El sector retail peruano acumuló varios meses de crecimiento sostenido en ventas durante el 2022, pero aún no ha recuperado los niveles registrados en el 2019, antes de la pandemia. Todavía son muy evidentes los efectos de la suspensión de actividades que se registró entre el 2020 y el 2021.

Algunos actores superaron la crisis, pero muchos otros desaparecieron o siguen pagando los préstamos de Reactiva Perú. Además, si bien los centros comerciales registran mucha afluencia de personas, no todas ellas concretan sus compras. Por ello, se espera que la campaña navideña ayude a repuntar los niveles de venta.

Se estima que el 2023 marcará un despegue del sector retail en todo el mundo. Perú debería seguir esa tendencia, pero tenemos en contra la incertidumbre respecto a la evolución de la coyuntura política y económica. Si bien hasta el momento la tensión entre los diversos poderes del Estado no ha tenido gran impacto en la recuperación del sector, no sabemos qué sucederá en los próximos días, semanas y meses.

Nuevas tecnologías

El fortalecimiento del e-commerce ha impulsado mucho la recuperación del sector retail en el Perú, debido a una mayor eficacia de los procesos de entrega de productos a domicilio y al surgimiento de nuevos modelos de negocio como los dark kitchens. Al mismo tiempo, han surgido nuevos conceptos relacionados con el comercio electrónico como la Web3, los NFT y el metaverso.

Los NFT han ganado mucha popularidad en el mundo, pero aún existe cierto recelo a su implementación en el Perú. Sin embargo, ya se observan iniciativas interesantes. Por ejemplo, la diseñadora peruana Annaiss Yucra ha lanzado una colección de prendas virtuales NFT, en alianza con la plataforma Zepeto. Asimismo, existen proyectos como Costa Jaguar que impulsan la venta de dibujos digitales NFT y destinan las ganancias a fundaciones que reforestan la Amazonía.

La omnicanalidad es otro concepto importante a tomar en cuenta. Ahora mismo, todos los canales de venta, tradicionales y digitales, son igual de importantes para los retailers peruanos. Se proyecta que la venta física no desaparecerá, sino que se complementará con la digital. En ese sentido, será interesante observar el desempeño de los nuevos centros comerciales que se construirán en el distrito de La Molina, en diciembre de este año, y en el departamento de Loreto, en el 2023.

Oportunidades y riesgos

El levantamiento de las restricciones impuestas durante la pandemia ha beneficiado a los retailers en cuanto a los aforos de sus establecimientos. Sin embargo, es evidente que muchas empresas quebraron y que el retorno absoluto a la presencialidad en muchas oficinas no es del todo seguro. Muchas organizaciones adoptaron un sistema de trabajo híbrido o completamente virtual y los negocios alrededor de sus oficinas aún no se recuperan.

La guerra entre Rusia y Ucrania, pese a su impacto en retailers de todo el mundo, no afectó tanto al sector en el Perú. Dos factores claves a tomar en cuenta son la política económica y el aumento progresivo de los precios, ya que la población suele disminuir mucho su nivel de consumo en épocas de vacas flacas.

Perspectivas y desafíos

A partir del 2023, notaremos cómo los centros comerciales empiezan a convertirse en centros de experiencias, es decir, se convertirán en espacios de uso mixto. Por ejemplo, se instalarán cerca de hoteles e incluirán negocios, como oficinas de coworking, gimnasios y centros de salud. Este escenario será similar al de países como Panamá.

Para asegurar el crecimiento del sector, es necesario que el Gobierno le otorgue más beneficios tributarios y apalancamientos, ya que hoy no existen productos especiales que le permitan acceder a financiamiento. Asimismo, también debería incentivarse más la implementación de propósitos sociales o ambientales de los retailers, en el marco de la ley BIC, para incentivar el desarrollo de la moda sostenible o la comercialización de productos y alimentos orgánicos, así como promover la responsabilidad social corporativa en las empresas.

Otro desafío es la inversión en nuevas tecnologías para los micro y pequeños empresarios que integran el grueso del sector y que no tienen el capital suficiente para migrar hacia la Web3 o implementar plataformas de e-commerce. El mercado del retail es más grande de lo que aparenta y es necesario apoyar por igual a todos sus actores. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.

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