
El análisis de competitividad es el campo de investigación que se encarga de recopilar y revisar datos de empresas rivales. Permite conocer lo que están haciendo los competidores, cómo lo hacen y qué grado de amenaza representan para la organización.
Pero no es todo. También ayuda a identificar oportunidades para superar a los adversarios y conocer las últimas tendencias de la industria. Por ello, no sorprende que más empresas apuesten por implementar departamentos de análisis de competitividad. Según el estudio State of Competitive Intelligence, elaborado por Crayon, el 57 % de empresas tiene equipos de inteligencia competitiva conformado por dos o más profesionales.
Para ello, se deben cumplir los siguientes pasos:
El primer paso es averiguar con qué empresas se está compitiendo. Estos pueden dividirse en dos categorías: directos o indirectos.
Sin embargo, se debe revisar constantemente la lista, pues cualquier competidor indirecto podría convertirse en uno directo.
El siguiente paso es comparar y comprender qué tipo de contenido está publicando la competencia en sus medios propios. Esto es importante, pues ayuda a identificar los formatos que más éxito están teniendo y si estos pueden incluirse dentro del plan.
Determinar cómo los competidores utilizan e integran las redes sociales a su plan de marketing es trascendental. Para ello, se necesita evaluar el grado de compromiso que los consumidores tienen con la marca a través del monitoreo de seguidores, los clics, los me gusta, los comentarios, entre otros.
De esta manera, la marca podrá entender qué está haciendo su competencia y qué estrategias puede poner en práctica para hacerlo mejor.
Los clientes son una fuente de información confiable para entender por qué una marca es su primera opción. Para conocer su opinión, se puede realizar encuestas en la zona geográfica donde opera la competencia.
Hallar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de la competencia -a través de un análisis DAFO- es otro paso importante del análisis de competitividad. ¿Por qué? Pues muestra los ámbitos en los que la marca puede sacar ventaja para adelantarse a su competencia.
Con la información recopilada, las estrategias a emplear salen por sí solas. Sin embargo, se pueden tomar dos caminos: probar las mismas que usa el competidor o ser más creativo y elaborar técnicas innovadoras para enfrentarse y superar a la marca top. Asimismo, se debe contar con un plan de contingencia y anticipar la reacción del rival.
Fuentes:
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En un artículo para Stakeholders, Jorge Merzthal Toranzo, director general de Maestrías y MBA de ESAN, analizó los desafíos del sector minero. Sostiene que, a pesar de ser un pilar económico, enfrenta retos críticos en materia social y ambiental, destacando la urgencia de abordar la minería informal y la gestión de conflictos para garantizar un crecimiento sostenible.
César Puntriano, profesor de ESAN Business Law, explicó que la alta informalidad laboral en el Perú, que afecta a 12 millones de personas, se ve desalentada por los elevados costos tributarios y laborales, así como por la excesiva burocracia. Sostuvo que los regímenes especiales no han funcionado y que los esfuerzos del gobierno han sido insuficientes, al no atacar el problema de fondo. Puntriano concluyó que revertir esta situación requiere voluntad política y una coordinación interinstitucional efectiva.
Walter Palomino, docente de los programas el área de Marketing de ESAN, destacó en Mercado Negro que el “Mundial de los Desayunos” de Ibai evidenció el poder del electronic Word of Mouth (eWOM). Los millones de likes al pan con chicharrón no solo aseguraron su triunfo, sino que detonaron conversaciones offline y mayor consumo local.