El mercado evoluciona constantemente con el ingreso o salida de actores, lo que muchas veces obliga a los empresarios a tomar decisiones en el corto y largo plazo para aprovechar las nuevas oportunidades de negocios.
Estas nuevas oportunidades pueden ser la compra, reestructuración o venta de algo que genere valor. Esto implica la realización de inversiones y desinversiones que también significan costos y reestructuraciones. Todo ello trae consigo riesgos y requiere de una evaluación previa para evitar pérdidas por contingencias.
Además de prevenir pérdidas, la evaluación y planificación de nuevas inversiones o desinversiones permite una optimización de recursos, reducción de gastos y obtención de mayores ganancias.
Un proyecto es un grupo de actividades que se relacionan entre sí de forma coordinada y que intentan cumplir un objetivo determinado. Mayormente, tiene un período de tiempo y un presupuesto para cumplir el objetivo. Es algo similar al concepto de un plan o un programa.
Por su parte, la inversión es disponer de capital con el fin de obtener ganancias en el futuro. En consecuencia, un proyecto de inversión es un plan que tiene capitales e insumos materiales, humanos y técnicos. El objetivo es conseguir un rendimiento económico a corto, mediano o largo plazo. Hay que tener en cuenta que los beneficios no son del todo seguros y dependerá de las acciones que se tomen.
Los proyectos de desinversión, en cierta medida, vendrían a ser lo opuesto a los proyectos de inversión. Decimos en cierta medida ya que muchas veces se desinvierte para volver a invertir.
En general es la venta de los activos de una persona, empresa o economía, que se tenían materializados en bienes productivos. En la retirada de un inversor de una empresa se intenta recuperar lo invertido junto con los resultados obtenidos ya que, si no se toma en cuenta la posibilidad de abandonar una inversión podría verse seriamente afectados tanto la rentabilidad como el riesgo de sus intereses.
Algunas causas de desinversión son: el deseo del inversor de obtener liquidez, la finalización de la vida de la inversión, la búsqueda de una mejor inversión de los recursos que se retiran, el cambio de giro, entre otros.
Estas son las principales estrategias de salida o abandono de un proyecto de inversión.
Vender las participaciones a terceros: es una venta atractiva, ya que muchos inversionistas prefieren invertir en un proyecto que ya esté funcionando, lo cual les garantiza cierta rentabilidad y seguridad.
Salida a bolsa: cuando una empresa está en proceso de crecimiento y logra tener un tamaño considerable, puede considerar cotizar en la Bolsa. De esta forma ofrece sus acciones para que sean compradas.
Financiamiento: en este caso, el propietario de la empresa puede pedir un crédito para comprar las participaciones del inversor.
FUENTES CONSULTADAS:
Artículo "Decisión de desinversión como alternativa de la gestión financiera de una empresa venezolana", publicado por scielo.org.ve.
Artículo "Proceso de desinversión", publicado por blogtrw.com.
Artículo "Planificación de inversiones financieras", publicado por eumed.net.
Artículo "Definición, importancia y partes de un proyecto de inversión", publicado por agroproyectos.org.
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