El project finance es una técnica que permite aislar el riesgo y financiar activos complejos sin comprometer el balance del patrocinador. ¿Por qué se considera un componente central de los sectores energía, infraestructura y minería?
Según Standard & Poor’s, el project finance es una forma de financiamiento estructurado donde el repago de la deuda depende, sobre todo, del desempeño del proyecto y los flujos de caja que este genere, en lugar de la solvencia general de los patrocinadores. En esta estructura, los activos del proyecto, junto con sus contratos clave y garantías, constituyen la base del financiamiento, por lo general bajo un vehículo de propósito especial (SPV, por sus siglas en inglés).
La implicancia de esta definición es clave: el concepto es que los acreedores asumen el riesgo del proyecto y no del balance del patrocinador. Esta diferenciación permite desarrollar grandes obras, como plantas de energía, autopistas o líneas de metro, sin generar una sobrecarga financiera a las empresas o los gobiernos que los promueven. Sin embargo, es cierto que en la práctica los patrocinadores suelen asumir obligaciones contingentes y deben consolidar la información contable. Todo esto no desnaturaliza la idea central.
Aunque puede parecer una innovación financiera reciente, los antecedentes populares más antiguos del project finance pues lo ubican en la edad. Uno de los casos referidos, aunque no completamente verificado fue la financiación de las minas de estaño en Cornualles, Inglaterra, en 1299. En aquella ocasión, los prestamistas aceptaron que su repago dependiera de forma exclusiva de los ingresos generados por la producción minera.
Esta estructura se aplicó porque los propietarios no tenían suficientes activos propios ni garantías adicionales. Por tanto, fue una solución contractual para viabilizar un proyecto de gran envergadura con capital limitado, al transferir el riesgo al flujo futuro del propio activo a construir o explotar. Así, nació el principio básico del project finance: financiar tomando como respaldo al proyecto y lo que generará en el futuro. Este financiamiento no incluye la capacidad del patrocinador para cubrir los pagos de la deuda, en caso de que el proyecto no genere suficientes flujos.
Desde la perspectiva académica, el project finance ha sido objeto de estudio por sus ventajas respecto al financiamiento corporativo tradicional. Según autores como Yescombe (2013) y Esty (2004), entre las principales razones para aplicar el project finance figuran:
El project finance no es solo una técnica financiera, sino también una herramienta estratégica para estructurar inversiones de alto impacto con mínima afectación patrimonial. Su poder reside en permitir que grandes proyectos se vuelvan realidad, incluso en entornos de restricción fiscal o sin balance suficiente. Su aplicación en proyectos de infraestructura y aquellos relacionados con recursos naturales se beneficia de las características descritas al ser proyectos complejos y alta inversión. ¿Has aplicado los conceptos del project finance en tu negocio? Cuéntanos tu experiencia.
Referencias
El project finance no es solo una técnica financiera, sino también una herramienta estratégica para estructurar inversiones de alto impacto con un menor compromiso patrimonial.
Director de Innovación y Tecnologías de la Información de ESAN y profesor principal de ESAN Graduate School of Business. Doctor en Management Sciences, Esade (Universidad Ramon Llull). MBA por Esan Graduate Business School. Magíster en Derecho de la Empresa por la PUCP. Ingeniero mecánico electricista, Universidad Nacional de Ingeniería. Maestría en Estadística Aplicada , UNALM. Maestría en Matemáticas Aplicadas con mención en procesos estocásticos, UNALM. Diploma de posgrado en Gestión de la Producción, PUCP. Programa de especialización en Econometría Aplicada, UNI. MBA, Anderson School – UCLA.
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