El márketing social surge como una herramienta que puede contribuir mucho a lograr resultados satisfactorios en los procesos de desarrollo porque su propósito es lograr que un público objetivo «compre» una propuesta (proyecto, programa, conducta) de modo sostenible. Es decir, que la acepte, la adopte, la haga suya y la utilice cuando sea necesario.
Lograr este tipo de compromiso hace que desarrollar procesos de márketing social se convierta en un estilo de vida para el grupo de trabajo o la institución proponente. Pero no se trata solo de cumplir una serie de requisitos; es una forma de pensar que debe tener en cuenta el problema y el público con el cual se trabajará, definir una propuesta para dar solución al problema, saber por qué el público objetivo podría rechazarla y qué decir para convencerlo de aceptarla, además de definir las capacidades necesarias para llevar a cabo este proceso.
También puede decirse que el márketing social consiste, simplemente, en aplicar a los temas sociales y ambientales las herramientas usadas para vender productos de consumo masivo, aunque considerando que en esos casos el producto no es algo tangible, sino ideas, actitudes, formas de pensar o de actuar del público objetivo. Este libro busca no solo servir de material de capacitación, también pretende guiar el diseño y la puesta en marcha de propuestas sociales y ambientales.
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Otto Regalado, docente del MBA y jefe del área académica de Marketing de ESAN, advirtió en Infobae que la inclusión de Machu Picchu en una lista internacional de destinos que “ya no vale la pena visitar” refleja fallas en su gestión turística. Señaló problemas como la informalidad en la venta de boletos, el exceso de aforo y la falta de seguridad y planificación. En lugar de negar las críticas, propuso replantear la administración del santuario, para convertirlo en un modelo de turismo sostenible y regenerativo.
Enrique Louffat, profesor principal en los Programas en Administración del MBA, Maestrías Especializadas y de Educación Ejecutiva de ESAN, explicó en Gestión que la convivencia entre distintas generaciones en el trabajo representa uno de los mayores desafíos para las organizaciones. Señaló que las diferencias en estilos, valores y formas de comunicación deben ser gestionadas con estrategias como mentorías cruzadas, esquemas laborales flexibles y programas de formación adaptados.
Raúl Odría, docente de ESAN Business Law, explicó en Canal N que la Sunat comenzará a fiscalizar los pagos realizados mediante Yape y Plin como parte de su estrategia para reducir la informalidad. En esta línea, recomendó a los microempresarios organizar sus finanzas, emitir comprobantes y trabajar de la mano con sus contadores, ya que Sunat ya puede rastrear estos movimientos a través del sistema bancario. Asimismo, precisó que no está justificado cobrar un monto adicional por aceptar pagos con billeteras digitales.