El mundo cambia cada vez más rápido y las compañías deben afrontar nuevos retos en cuanto a seguridad, atención al cliente y otras áreas igual de importantes. En ese sentido, la toma de decisiones basadas en datos se ha convertido en una regla general para asegurar un buen desempeño organizacional y existen dos tecnologías que, combinadas, son muy útiles para alcanzar este objetivo: la inteligencia artificial (IA) y el big data.
La IA es un término que agrupa diversas tecnologías que permiten a las computadoras realizar funciones avanzadas, como analizar datos, observar sus entornos, comprender y traducir lenguaje, brindar recomendaciones, etc. Por su parte, el big data es el conjunto de herramientas digitales que permite a las empresas ordenar y procesar la información recopilada sobre sus clientes y sobre el negocio.
La combinación entre la IA y el big data permiten a las empresas descubrir tendencias, evaluar la efectividad de sus programas y, en general, comprender mejor el comportamiento de los clientes. Asimismo, pueden volver más fluidos los procesos internos, detectar nuevas oportunidades de negocios y reducir costes. Revisemos con más detalle algunos de sus usos potenciales.
La capacidad de la IA para procesar, identificar y buscar imágenes por computadora, mediante algoritmos que comprenden y responden a imágenes y videos, puede combinarse con el big data para dar soporte a las matrices de sensores del internet de las cosas.
Los datos sobre los clientes que son procesados por el big data permiten desarrollar aplicaciones de IA capaces de responderles de manera escrita u oral, como los chatbots corporativos y asistentes personales como Siri o Alexa, aunque estos últimos han quedado un poco relegados.
La IA y el big data contribuyen al procesamiento del lenguaje natural (NLP), una tecnología que permite a las computadoras comprender, generar y manipular el lenguaje humano. El NLP puede integrase en apps y bots para satisfacer mejor las necesidades de los usuarios.
En sectores que suelen afrontar problemas de seguridad como el retail, la IA y el big data pueden ayudar al personal a prepararse de manera más eficaz para responder a posibles amenazas de robo en las tiendas. Ello es posible gracias a la detección de patrones de comportamiento sospechoso entre los clientes.
La IA y el big data son dos tecnologías que han brindado a las empresas un amplio abanico de posibilidades de digitalizarse. Su integración es crucial, ya que la IA es inútil sin dados que la alimenten, pero, a la vez, necesaria para asegurar una sistematización más ágil y eficaz de la información. El objetivo final siempre será sacar el mayor provecho a la gran cantidad de datos generadas por día.
Fuentes bibliográficas
Keepcoding. (s. f.). ¿Cómo funciona la Inteligencia Artificial y el Big Data?
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Las dificultades para mantener la oferta de energía eléctrica al mismo nivel que la demanda puede tener un grave impacto en todos los actores del mercado. Es crucial analizar por qué se produce esta situación y qué medidas deberían tomarse al respecto.
Carlos Aguirre, profesor de los Programas del área de Finanzas de ESAN, alertó en su más reciente columna en Gestión, que la economía de EE.UU. muestra señales de riesgo por su alto déficit fiscal (6.4% del PBI) y deuda récord (121.9% del PBI). Estos desequilibrios, similares a los que provocaron crisis en países emergentes, exigirían correcciones inmediatas para evitar un colapso económico.
Otto Regalado, docente del MBA y jefe del área académica de Marketing de ESAN, cuestionó en Gestión si el nuevo aeropuerto Jorge Chávez cuenta con protocolos de seguridad para emergencias, señalando que su enfoque en confort y estética contrasta con la falta de señalización clara de rutas de evacuación y planes de contingencia. Advirtió que, sin un mando unificado ante crisis ni simulacros periódicos, este proyecto emblemático podría poner en riesgo a los usuarios.