En el 2018, se anunciaba la venta de activos de 14,5 a 15 mil millones de dólares para un periodo del 2019 al 2023 en la empresa Petrobras, en Brasil. Esta venta ayudaría, entonces, en las metas de deuda que tenía la compañía a nivel internacional. Lo que hizo la firma multinacional es un proyecto de desinversión, enfocado a solucionar los problemas de rentabilidad en su economía global.
La desinversión consiste en reducir algún tipo de activo o aumentar un pasivo. Los motivos pueden ser varios: financieros, éticos, sustentables o simplemente la venta de un negocio por completo. Otra forma de desinvertir es disminuir la cantidad de inversiones proyectadas en curso o cuando no se logra incorporar activos nuevos.
Puede ser usada como una estrategia empresarial para contener o recortar gastos, reduciendo también las actividades del negocio. Las pequeñas compañías o microempresas optan por la desinversión al no tener rentabilidad a corto plazo, cerrando una o más unidades de negocio o al detener la producción de un producto o artículo en específico. ¿Qué factores financieros ocasionan la desinversión? En todo tipo de organizaciones, estos son los principales:
Otro ejemplo es Graña y Montero, firma que en el 2017 anunció una desinversión por 300 millones de dólares de un total de 550 millones en activos. El objetivo era tener una base financiera debido a las pérdidas por el cese de la concesión en el caso del GSP (Gasoducto Sur Peruano).
La desinversión, en este caso, se llevó a cabo para enfrentar a nuevas obligaciones: deudas estructuradas a largo plazo, el desembolso de una garantía en favor del GSP, en otros. En este caso, la desinversión es causada por factores externos o cierres de contrato que sí pueden perjudicar a una compañía.
Tanto los proyectos de inversión como desinversión tienen entre sus metas mantener o garantizar la seguridad de los negocios en el mercado. Por ello, es fundamental tomar medidas adecuadas y efectivas que realmente generen valor para las empresas después de un análisis de la situación.
Fuentes:
Semana Económica. "Graña y Montero prepara un plan de desinversión por US$300 millones".
Destino Negocio. "Una desinversión puede remediar problemas de caja".
ACEF - UDIMA. "La desinversión empresarial: escisión financiera".
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