El próximo 28 de abril, la Alianza del Pacífico celebrará su cuarto aniversario de creación. El bloque está compuesto por Perú, Chile, Colombia y México, países que apuestan por un modelo económico similar como es el libre mercado y la apertura comercial. Estos esquemas difieren en Latinoamérica con otros bloques, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), liderada por Venezuela; y Mercosur, que impulsa Brasil. Estos países promueven modelos considerados populistas y con esquemas comerciales más proteccionistas.
La Alianza del Pacífico está constituida por países que no solo tienen políticas de libre comercio, sino que además están comprometidos en promover la democracia y el Estado de Derecho. Chile, por ejemplo, es el país con mayor Índice de Libertad Económica de América Latina y el único que se ha unido a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), aunque Colombia y Perú ya iniciaron los trámites para su incorporación.
Otros países del continente, como Guatemala y hasta la desarrollada Canadá, han expresado su interés por formar parte del bloque comercial. Panamá y Costa Rica también estarían negociando su ingreso. Lo que sí han descartado varios sectores de los países miembros de la Alianza del Pacífico es la posibilidad de fusionarse con el Mercosur, como lo deslizó la presidenta chilena Michele Bachelet.
Pero, ¿es conveniente para la región tener una serie de bloques comerciales, como la Comunidad Andina, el Unasur, la Alianza del Pacífico y el Mercosur? Para María Alejandra González-Pérez, profesora de la XXX Semana Internacional de ESAN, formar parte de varios acuerdos comerciales (bilaterales y multilaterales) puede tener inconvenientes, dado que cada uno de ellos tiene aspectos negociados y regulados de manera diferente. "La situación ideal sería que existiese en América Latina un único acuerdo comercial que se encuentre bajo el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC)", manifestó.
Sin embargo, González-Pérez indicó que la ventaja de ser miembro de la Alianza del Pacífico está en poder ser parte de un grupo de países más o menos homogéneos institucionalmente, con crecimiento y modelo económico similar, lo que aumenta la visibilidad de los miembros como grupo. En ese sentido se mostró en contra de que países que manejan diferentes modelos económicos deban formar parte del bloque. "Tener modelos económicos (y políticos) diferentes puede ser un obstáculo debido a que dificultaría la fluidez de las negociaciones y conversaciones", sostuvo.
Finalmente, González-Pérez refirió que buscar una integración profunda es una de las finalidades de la Alianza, para lo cual hay que trabajar más en facilitar procesos de verdaderos encadenamientos productivos tanto de industria, agronegocios como de servicios. "De este modo se conseguiría maximizar las economías de escala. La Alianza tiene la limitación de que no todos sus miembros tienen proximidad geográfica, lo cual crea limitaciones de infraestructura y representa un obstáculo para una profundización económica", concluyó.
¿Cuáles son los beneficios o desventajas para las empresas peruanas de formar parte de la Alianza del Pacífico?
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