En un mercado laboral que atraviesa por una profunda transformación fruto de la penetración de las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), la actualización profesional se ha vuelto un requisito para preservar y potenciar la empleabilidad. Sin embargo, si antes uno podía pensar que esto se podía realizar cada cierta cantidad de años, el panorama ha cambiado y resulta importante que se realice de forma anual, si es posible.

De acuerdo con un reporte de la consultora Michael Page, los expertos con estudios de posgrado gozan de un beneficio salarial superior de hasta un 40 % en comparación con aquellos que solo cuentan con educación de pregrado. Esto evidencia la demanda creciente de habilidades especializadas en el mercado. En un escenario donde la IA y la automatización están revolucionando los roles laborales, la formación constante se convierte en prioritaria para mantenerse vigentes.

¿Por qué preocuparse por una actualización profesional constante?

• Por la importancia de estar a la vanguardia de las transformaciones tecnológicas y del mercado. La digitalización está afectando a todas las industrias. Las herramientas de automatización, IA y análisis de datos están transformando procesos y creando nuevas posibilidades, aunque también están suprimiendo roles convencionales. Los profesionales formados en tecnologías en auge tienen más oportunidades de entrar en áreas de gran demanda, como el desarrollo de software, la ciberseguridad y la ciencia de datos.
• Por la alta competitividad laboral. En un entorno de trabajo sobrecargado, poseer estudios de posgrado o certificaciones especializadas puede ser la diferencia entre obtener un empleo o quedarse fuera del proceso de selección. En todos los sectores, áreas como finanzas, marketing digital y operaciones requieren de profesionales con conocimientos al día. 
• Para desarrollar habilidades blandas y liderazgo. La formación de posgrado no solo fortalece los conocimientos técnicos, sino que también impulsa habilidades sociales fundamentales, como la comunicación eficaz, la solución de problemas y el liderazgo. Estas habilidades son fundamentales en cargos de dirección y gestión. Por ejemplo, un MBA no solo aporta conocimientos en administración de empresas, sino que también potencia la habilidad para tomar decisiones estratégicas.
• Para acceder a redes de trabajo. La actualización constante facilita la creación de vínculos con otros profesionales, profesores y especialistas en la industria. Estas redes de contactos pueden promover oportunidades de empleo, cooperación en proyectos y acceso a datos esenciales sobre las tendencias del mercado. Asimismo, es importante recordar que las universidades y las escuelas de negocios promueven el networking mediante eventos, ferias y grupos de egresados o graduados que pueden ser bien aprovechados si se participa en ellos.
• Para contribuir con aumentar la estabilidad laboral. La formación continua no solo incrementa las posibilidades de empleo, sino que también ofrece una mayor estabilidad laboral. En periodos de crisis o incertidumbre, los profesionales con mayor conocimiento y especialización corren menos riesgo de ser desplazados debido a la automatización o a las reducciones de personal. Además, la educación constante permite acceder a posiciones de promoción interna y ascensos dentro de las organizaciones.

Una mirada hacia el futuro

La formación continua ya no es una alternativa, sino una exigencia para mantener la competitividad en el ámbito laboral. La tecnología y las tendencias emergentes están modificando las necesidades de las compañías, y únicamente aquellos que se ajusten a estas modificaciones podrán, incrementando su productividad, sobresalir en sus respectivos sectores.

Los profesionales, en todo el país, deben comprometerse a mantenerse al día para incrementar su capacidad de empleo, obtener acceso a mejores oportunidades de trabajo y aportar al desarrollo económico de la nación. No solo se incrementan los ingresos con la inversión en educación, sino que también se logra una mayor estabilidad y crecimiento profesional a largo plazo; lo que redunda en a mejora de la calidad de vida de las personas.