Los roles de CIO, CTO y CISO son cruciales para asegurar el éxito de las empresas en la era digital, por sus habilidades para gestionar la información interna e impulsar la comunicación eficaz entre distintos niveles organizacionales, entre otras.
El contexto empresarial y la complejidad de la gestión tecnológica actual requieren de líderes capaces de gestionar la innovación, la tecnología y la seguridad de la información. Estos se agrupan bajo el nivel C, correspondiente a los cargos ejecutivos más altos dentro una organización.
Destacan tres figuras clave: el chief information officer (CIO), el chief technology officer (CTO) y el chief information security officer (CISO). Estos roles tienen en común la responsabilidad de alinear la estrategia empresarial con las necesidades y oportunidades del entorno digital, pero también presentan diferencias significativas en sus funciones, aportes y habilidades.
El CIO se encarga de dirigir y coordinar las actividades relacionadas con la gestión de la información y los sistemas de información de la empresa. Su rol implica definir la visión, la misión, los objetivos y las políticas de la función de información, así como supervisar su implementación y evaluación. El CIO debe asegurarse que la información sea un recurso estratégico para la toma de decisiones, la mejora de procesos, la creación de valor y la ventaja competitiva de la empresa (Peppard y Ward, 2016).
El aporte del CIO al negocio es alinear la estrategia de información con la estrategia corporativa, de manera que se optimice el uso de los recursos y se maximice el retorno de la inversión. También debe ser capaz de comunicar el valor de la información a los demás niveles de la organización, así como gestionar las relaciones con los proveedores, clientes y socios externos. El CIO también debe liderar el cambio organizacional que implica la transformación digital, promoviendo una cultura de innovación, aprendizaje y adaptación (Chen et al., 2010).
El CIO debe tener conocimientos sobre los sistemas de información, las tecnologías emergentes, los estándares de calidad y seguridad, y las regulaciones legales. Además, debe poseer competencias de liderazgo, planificación, gestión de proyectos, gestión de equipos, negociación, comunicación, influencia y resolución de problemas. Por último, tiene que demostrar una visión estratégica, una labor orientada al cliente, una actitud proactiva, una ética profesional y una capacidad de aprendizaje continuo (Luftman y Ben-Zvi, 2010).
El CTO es responsable de dirigir y coordinar las actividades relacionadas con la investigación, el desarrollo, la implementación y el mantenimiento de las tecnologías de la empresa. Su rol implica identificar, evaluar, seleccionar y adoptar las tecnologías más adecuadas para los objetivos y las necesidades de la empresa, así como gestionar el ciclo de vida de las mismas. También debe asegurarse de que la tecnología sea un factor de innovación, diferenciación y competitividad del negocio (Gupta et al., 2010).
El aporte del CTO se refleja en su capacidad de generar y transferir conocimiento tecnológico, interno y externo, para crear nuevas oportunidades de mercado, mejorar los productos y servicios, reducir costes y aumentar la eficiencia. Este profesional debe ser capaz de comunicar la visión y la estrategia tecnológica a los demás niveles de la organización, así como de gestionar las relaciones con los centros de investigación, las universidades, las start-ups y los otros actores del ecosistema de innovación. El CTO también debe liderar el proceso de innovación tecnológica y fomentar una cultura de creatividad, experimentación y colaboración (Chiesa y Frattini, 2011).
El CTO debe tener conocimientos sobre las tecnologías actuales y emergentes, las metodologías de investigación y desarrollo, los procesos de innovación y las tendencias del mercado. Además, debe poseer las mismas competencias y habilidades antes mencionadas en el perfil del CIO.
El CISO está encargado de dirigir y coordinar las actividades relacionadas con la protección de la información y los sistemas de información de la empresa. Su rol implica diseñar, implementar, monitorear y mejorar el sistema de gestión de la seguridad de la información, así como gestionar los riesgos, las amenazas, los incidentes y las auditorías. También debe asegurar que la información y los sistemas de información sean confiables, íntegros, disponibles y conformes con los requisitos legales y éticos (von Solms y van Niekerk, 2013).
El aporte de este profesional se refleja en su capacidad de garantizar la continuidad, la resiliencia y la reputación de la empresa, así como de generar confianza y satisfacción en los clientes, los proveedores y los socios externos. También debe ser capaz de comunicar la importancia y los beneficios de la seguridad de la información a los demás niveles de la organización, así como de gestionar las relaciones con las autoridades, los organismos reguladores, los organismos de certificación y los otros actores del entorno de seguridad. Además, debe liderar la cultura de seguridad de la información, promoviendo una conciencia, una educación y una responsabilidad compartida (Fitzgerald et al., 2018).
Por último, el CISO debe poseer conocimientos sobre los sistemas de información, las tecnologías de seguridad, los estándares de seguridad, los marcos de referencia, las normativas legales y las buenas prácticas. Además, debe contar el resto de competencias y habilidades antes mencionadas en los perfiles del CIO y el CTO.
Los tres niveles explicados son claves para el éxito de las empresas en esta era digital. Todos tienen en común la responsabilidad de alinear la estrategia de la empresa con las necesidades y oportunidades del entorno digital, pero también presentan diferencias significativas en sus funciones, aportes y habilidades. Sin embargo, deben trabajar de forma coordinada y colaborativa para lograr una gestión eficaz y eficiente de la información, la tecnología y la seguridad de la empresa. ¿Has trabajado con profesionales que tengan este perfil? Cuéntanos tu experiencia.
Referencias
Los roles de CIO, CTO y CISO tienen en común la responsabilidad de alinear la estrategia de la empresa con las necesidades y oportunidades del entorno digital.
CTO en Asesora Consultores, responsable de la línea de soluciones tecnológicas sirviendo a empresas de diversos sectores. Arquitecto de Soluciones. Con más de 28 años de experiencia profesional. Ha sido jefe de la Unidad de Gobierno de Tecnologías de la Información del Registro de Identificación y Estado Civil – RENIEC. Consultor independiente en temas de Gobierno de Tecnologías de la Información y Transformación Digital, Gerente de Operaciones, Coordinador de Tecnologías Educativas y Gerente de Tecnologías de Información para diversas empresas privadas. Colabora de forma voluntaria con el Capítulo ISACA Lima. MBA por la Universidad ESAN. Diplomas en Dirección de Tecnologías de la Información, Implementación de Sistemas de Seguridad de la Información y Dirección Avanzada de Proyectos por la Universidad ESAN. Especialización en Transformación Digital, Emprendimiento e Innovación Ramón LLul La Salle, Barcelona. Certificaciones BID PM4R ISACA COBIT y AXELOS ITIL. Conocimientos en nubes privadas AWS, GCP y Azure.
La arquitectura de soluciones permite a una organización alinear la implementación de nuevas tecnologías con el cumplimiento de sus objetivos. Existen algunas acciones o puntos clave que deben considerarse para impulsar esta tendencia en el interior de la empresa.
¿Qué hace que un arquitecto de soluciones sea valioso para una empresa que busca innovar y adaptarse a los cambios tecnológicos?
Los arquitectos de soluciones poseen una visión integral de los sistemas empresariales y pueden ayudar a diseñar soluciones personalizadas para satisfacer las necesidades específicas de las empresas modernas.