La aprobación de la Ley Genius en los Estados Unidos traería consigo cambios transversales en el sistema financiero internacional. Por ello, es importante conocer el contexto de esta nueva normativa y sus efectos principales en el sector.
En los últimos tres años, se ha producido un incremento masivo de la rentabilidad esperada de los bonos soberanos americanos a diez y treinta años, debido al aumento incesante de la deuda pública americana. Según estimaciones del CBO.gov de USA, al cierre de julio, esta deuda abarcaría el 123.1 % del producto bruto interno (PBI) estadounidense, mientras que el déficit fiscal de este país ya asciende a USD 291 billones. Asimismo, se proyecta que, al finalizar el 2025, este déficit abarcará el 6.2 % del PBI.
Esta situación se replica como detonante en los bonos soberanos de Japón y la mayoría de los países europeos, lo que genera un incremento en el rendimiento esperado y la volatilidad general de estos instrumentos.
En momentos previos de la historia económica moderna, los bonos soberanos constituían el activo de menor riesgo financiero. En la actualidad, la administración estadounidense busca mecanismos para distribuir el riesgo asociado a estos bonos y lograr el financiamiento requerido para la Ley One Big Beautiful Bill Act (OBBBA), aprobada el 4 de julio. Se proyecta que esta normativa, conocida como Big Beautiful Bill, conllevaría a un déficit fiscal de USD 3.5 billones al cierre del 2025 y superaría la recaudación basada en las sobretasas arancelarias impuestas a la mayoría de los países desde enero.
La saturación de inversionistas institucionales y de Gobiernos en los mercados de deuda pública exige que el financiamiento de la OBBBA provenga del sector privado y use mecanismos de financiamiento vía inversionistas de retail. Así, se espera que el riesgo sea más diversificado y menos volátil.
A partir de la creación de la tecnología blockchain, también nació un sistema financiero no centralizado llamado finanzas descentralizadas, donde empezaron a crearse activos financieros sin regulación de los bancos centrales ni de algún organismo del mercado de valores. El crecimiento del bitcoin y de otras monedas digitales, los planes de los bancos centrales para establecer sus propias divisas de este tipo (CBDC, por sus siglas en inglés) y el crecimiento de inversionistas en busca de activos con alto rendimiento sin importar su volatilidad, construyeron el entorno perfecto para emitir la Ley Genius.
Si esta revolucionaria regulación se aplica de manera eficiente, podría cambiar la forma en que los Estados buscan financiamiento público mediante mecanismos de finanzas centralizadas y descentralizadas. En otras palabras, constituye un nuevo modelo híbrido en el marco de las finanzas globales.
Las stablecoins, o monedas estables, son activos digitales cuyo valor está asociado a un referente que es estable, como una moneda fiduciaria o un conjunto de activos financieros. A diferencia de las criptomonedas tradicionales, que persiguen una paridad constante, las stablecoins son herramientas útiles para resguardar valor, realizar intercambios y protegerse contra la inestabilidad del mercado. Si su adopción es amplia y su respaldo creíble, actúan como un medio de pago global, una reserva de valor alternativa e incluso como una unidad de cuenta en ciertas operaciones internacionales.
La aprobación de la Ley Genius por el Congreso de los Estados Unidos, en julio del 2025, representa un giro en la manera de insertar las stablecoins en el sistema financiero global. La norma otorga reconocimiento regulatorio a emisores que satisfagan criterios estatales o federales, establece un marco legal para emitirlos y exige respaldo íntegro en activos denominados en dólares (de preferencia, bonos del tesoro). Así, las stablecoins autorizadas se convierten en vehículos semioficiales para la circulación de valor, cuya ampliación puede estar relacionada de forma directa con la demanda de instrumentos de deuda pública.
En la práctica, este proceso genera una nueva clase de financiamiento cuasi fiscal. Los emisores de stablecoins tienen que sostener reservas iguales al total de tokens en circulación, lo que supone una necesidad permanente de activos del Tesoro. Este sistema genera una fuente extra de financiación para el Estado sin la necesidad de emitir nueva deuda de forma explícita. No es una emisión monetaria directa, sino una monetización del déficit que es gestionada por agentes privados e incluso por personas y familias, mediante diversos instrumentos financieros de retail.
La aplicación de este modelo también impacta en la política monetaria. Por ejemplo, la gestión de la creación de medios de pago ya no solo está a cargo del banco central, sino también de los emisores privados regulados. Estos últimos trabajan con reglas preestablecidas, sin formar parte de la estructura pública, lo que altera el equilibrio institucional del sistema monetario y redistribuye las capacidades entre sectores.
De manera simultánea, se notará un cambio gradual dentro del ecosistema cripto. Las monedas estables no reguladas, como USDT, DAI o USDC, pierden relevancia frente a sus contrapartes aprobadas por la ley. Esta situación obliga a que los inversionistas institucionales, los fondos de cobertura y los gestores de activos reconfiguren sus portafolios, reduzcan la exposición a tokens sin respaldo legal y concentren sus operaciones en monedas con protección normativa.
Estos cambios podrían causar una contracción en el valor de mercado de criptoactivos alternativos, una disminución de la liquidez en plataformas descentralizadas y un reordenamiento en las jerarquías de confianza en el espacio digital. ¿Estás de acuerdo con esta transformación del sistema financiero? Déjanos tu opinión.
La aprobación de la Ley Genius por el Congreso de los Estados Unidos, en julio del 2025, representa un giro en la manera de insertar las stablecoins en el sistema financiero global.
Vicepresidente de Administración, Finanzas y Contraloría en el Grupo ATV. Ha sido Director de Administración y Finanzas Corporativo, Director de Administración y Finanzas, Gerente Corporativo de Administración y Finanzas y Asesor de importantes empresas. MBA por la Universidad Politécnica de Catalunya. Economista por la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Profesor instructor del área académica de Contabilidad, Finanzas y Economía en ESAN Graduate School of Business. Ph. D. en Gestión Estratégica por el Consorcio de Universidades. MBA por ESAN Graduate School of Business. Economista por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Especializado en Finanzas Cuantitativas y Data Science.
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