Las empresas peruanas tienen hoy más dificultades para satisfacer sus necesidades de financiamiento, debido a la desaceleración del consumo, las altas tasas de interés, la incertidumbre política, entre otros factores.
El financiamiento corporativo en el Perú atraviesa una situación complicada, como consecuencia de diversos factores económicos, políticos y sociales que dificultan la llegada de nuevos inversionistas. En ese sentido, se observan algunos cambios importantes en las tendencias que son importantes de conocer.
Una de las principales tendencias actuales es que las empresas peruanas están reduciendo cada vez más su toma de deuda de largo plazo en el mercado de capitales. Esta reducción se debe, en gran medida, a la incertidumbre sobre si el Sistema de la Reserva Federal (Fed) continuará subiendo las tasas de interés para contener la inflación en Estados Unidos.
A ello debemos sumar la cautela de los inversionistas para invertir en un entorno de incertidumbre política local, así como también las presiones para nuevos retiros de fondos de las AFP, que son los principales compradores de bonos del país. Ante este escenario, las empresas corporativas prefieren fondear sus necesidades de capital con préstamos de la banca.
Al mismo tiempo, se estima que las emisiones de corto plazo en el mercado de capitales local mantendrán cierto dinamismo este año. En este tipo de situaciones, las entidades financieras constituyen uno de los principales oferentes, ya que necesitan fondear sus operaciones. Por ende, se esperan emisiones de certificados a muy corto plazo, de dos años como máximo.
Mientras el endeudamiento en el mercado de capitales disminuye, aumentan los préstamos del sistema financiero a las empresas, pese a la desaceleración económica. Esta tendencia se debe, sobre todo, a que los bancos cuentan con mayor liquidez y, por lo tanto, pueden ofrecer un financiamiento más flexible a las compañías para ciertos montos de préstamos. De esta forma, se convierten en una alternativa adecuada para el contexto actual.
Como consecuencia del vencimiento de obligaciones de varias empresas y las altas tasas de interés, este año se estima que muchas empresas peruanas con acceso a financiamiento en el exterior y buen perfil crediticio opten por un reperfilamiento de sus deudas o por cancelarlas con nuevas emisiones. Ello se explicaría por el hecho de que la tasa de interés en dólares es menor que en soles.
La baja tasa de crecimiento esperada para este año tendrá un impacto importante sobre las tasas de ahorro. Esta situación, junto a un consumo desacelerado, altas tasas de interés y un entorno político incierto, desacelerará la inversión. Por lo tanto, dificultará que las empresas puedan satisfacer sus necesidades de financiamiento.
Bajo estas condiciones, es probable que las empresas con vencimiento de deuda para este año refinancien sus deudas de manera paulatina. Así, es probable que el segundo semestre registre una ligera recuperación, por lo que el ritmo de emisiones para inicios del 2024 también mejoraría. Sin embargo, todo dependerá de la evolución de las tasas de interés, la estabilidad política local, la reactivación de proyectos de inversión y la captación de nuevas inversiones.
El ritmo de emisiones de bonos para el 2024 dependerá de la evolución de las tasas de interés, la estabilidad política, la reactivación de proyectos de inversión y la captación de nuevas inversiones.
Asesor de empresas de los sectores retail, servicios tecnológicos, consumo masivo, salud y pesca. Consultor en valorización de empresas, fusiones y adquisiciones, evaluación de planes de negocio/proyectos de inversión, estructuración y captación de financiamientos. Co-fundador de empresas de base tecnológica del sector retail y finanzas. Ph. D. (c) en Gestión Estratégica por el Consorcio de Universidades. MBA por ESAN, Economista por UNMSM. Especializaciones en Finanzas Cuantitativas, y Data Science.
Las tecnologías de la información (TI) pueden reforzar la seguridad interna de las organizaciones, pero su implementación debe evaluarse con cuidado para garantizar una relación costo-beneficio aceptable.
Cada empresa dispone de muchas opciones para gestionar su excedente de efectivo. En el contexto peruano, si bien las compañías son muy conservadoras, existen opciones más riesgosas, pero con rendimiento más atractivo a mediano y largo plazo.