Con la celebración del Fashion Pact se sienta un precedente en la industria de la moda, textil y fashion retail. Por primera vez, los grandes líderes del mercado responden a la preocupación de sus consumidores y prometen usar métodos ecofriendly en la fabricación de sus productos.
Desde hace un tiempo, hemos sido testigos del cambio en el enfoque de la fabricación y comercialización de las prendas y los accesorios. Activistas como Greta Thunberg han influido en la nueva forma de pensar del público consumidor y del mercado en general, y es que este proceso debe ser ecoamigable, es decir, debe tener como objetivo reducir las emisiones de carbono y el uso de energía eléctrica, así como evitar la contaminación de los ríos.
Ha quedado claro que la moda sostenible ya no es más una tendencia de temporada, sino un aliciente a la transformación de una cadena de producción y de consumo. Ha marcado un antes y un después en la industria textil, la moda y el fashion retail en general. El 14 de marzo de este año, la Organización de las Naciones Unidades (ONU) celebró, en Nairobi, la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda, que busca cambiar el paradigma de que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Ahora, con el recién firmado Fashion Pact, se confirma que ha llegado el cambio de modelo de negocio que repercutirá en el mundo y generará un gran impacto económico y legal.
Cabe indicar que los elementos sostenibles ya son una exigencia internacional para que los productos de los proveedores sean comprados. Existe una amplitud de certificadoras internacionales, como FairTrade (comercio justo), que confirma el acatamiento de las normas laborales y medioambientales; el certificado BIC (empresas de beneficio de interés colectivo), que acredita el propósito social y/o ambiental dentro del objeto social de las empresas. Para ello, es necesario cambiar su estatuto y el gobierno corporativo de las mismas.
La moda sostenible ya no es más una tendencia de temporada, sino un aliciente a la transformación de una cadena de producción y de consumo.
Estamos ante un nuevo fenómeno y será necesario contar con los certificados para que puedan comprar nuestros productos, ya que las empresas internacionales los pedirán para verificar que, efectivamente, las empresas textiles o manufactureras cumplen con las normas laborales, medioambientales y de buen gobierno corporativo.
El 26 de agosto de este año, se suscribió el Fashion Pact, y coincidió con la cumbre G7 celebrada en Biarritz, Francia. Este evento congregó a 32 empresas líderes de los sectores moda, textil y fashion retail, entre las que destacan el grupo Kering, Capri Holding Limited, Ferragamo, Gap, Giorgio Armani, H&M, Hermés, Chanel Karl Lagerfeld, Nike, Adidas, Burberry, Prada Group, Inditex (Zara), Puma, Ralph Lauren y Stella McCartney, entre otras. Estas representan más del 20 % de las empresas que comercializan prendas de vestir, calzado y accesorios en el mundo. Todas se reunieron con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para su celebración.
El Fashion Pact compromete a estas marcas a ceñirse a la iniciativa Science Based Target (SBT), con objetivos medibles científicamente, y que tiene como base tres pilares:
Si bien el Fashion Pact no tiene penalidades por incumplimiento, cada empresa adoptará sus propias acciones para cumplir con los objetivos propuestos. Las premisas comunes son:
En conclusión, con esta iniciativa se plantean dos opciones para el empresario textil, de moda y fashion retail: transformarse y alinearse al cambio sostenible o quedar fuera del mercado. ¿Considera que es positivo o no la firma del Fashion Pact que promete cambiar la manera de fabricar los productos de esta industria?
La moda sostenible ya no es más una tendencia de temporada, sino un aliciente a la transformación de una cadena de producción y de consumo.
Abogada por la Universidad de Lima con Magnum Cum Laude. Magíster en Finanzas y Derecho Corporativo por la Universidad de ESAN. Cuenta con una especialización en Derecho de la Moda por el Fashion Law Institute at Fordham Law University, New York. Graduada del Programa de Gestión de Lujo Sostenible emitido por el Centro de Gestión de Lujo Sostenible de Argentina juntamente con el Pacto de las Naciones Unidas de Colombia y Argentina; y del Diplomado en Luxury Management por el Instituto Europeo del Lujo y la Universidad Anáhuac del Norte de México. Ha realizado un curso de especialización en Blockchain, Smart Contracts, Tokenización y Criptoactivos por el Instituto de Blockchain Intelligence de España y el Consejo General de la Abogacía Española.
En la actualidad es Socia Senior del área corporativa & digital investments y jefe del área de derecho de la moda, luxury y retail de Muñiz, Olaya, Meléndez, Castro, Ono & Herrera Abogados. Además es profesora de los cursos de Derecho de la Moda y Retail en ESAN Graduate School of Business y otras universidades.
A la fecha, es Presidenta de la comisión de derecho de la moda y retail del Colegio de Abogados de Lima, miembro del comité de Fashion Law de ASIPI, de la Asociación de Expertos de Derecho de la Moda de España, de la Asociación de Fashion Law Latam de Perú y del Comité Fashion Law de Sao Paulo de Brasil. También es directora representando al Perú de la Asociación Internacional Global Alliance of Impact Lawyers (GAIL América Latina).
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