Para implementar un proceso de design thinking en una compañía se deben seguir los pasos correctos: analizar la deseabilidad, factibilidad y viabilidad. El primero está relacionado con las personas. Se orienta a saber qué desean realmente los consumidores, qué problemas auténticos tienen y cómo se podría resolver.
Eduardo Mogrovejo, docente del Diploma Internacional en Design Thinking Avanzado de ESAN, indica que es necesario analizar los procesos desde la perspectiva del usuario. Un proyecto factible implica tener empatía con la persona; es decir, diseñar productos, servicios o procesos desde el punto de vista del consumidor. "De esta manera, una empresa puede analizar con mucha más profundidad las necesidades y motivaciones del usuario, con sus respectivos intereses", añade el especialista. "Al tener un conocimiento más profundo e íntimo de él, se logra una propuesta de valor superior".
Por otro lado, la viabilidad y factibilidad en torno a la compañía dependerán del presupuesto, equipos de trabajo y oportunidades que tenga la marca para generar una solución. La factibilidad, por ejemplo, supone conocer cuando dicha solución es posible de implementar tanto a nivel de inversión, operativo o técnico. La viabilidad se da cuando es posible sustentarla de manera continua.
Para analizar este aspecto, es necesario consultar no solo al equipo encargado de desarrollar la innovación a través del design thinking, sino también a otras áreas. Estarán involucrados los sectores financieros, contables, logísticos, entre otros. Se evalúan los siguientes puntos:
"Muchas veces, es más fácil traer a consultores que dominan el tema y lo enseñan en la compañía, o en invertir en personal con habilidades creativas", añade Gustavo Ortega, también docente de ESAN. "Lo que puede perjudicar un proyecto de design thinking es no permitir probar las ideas resultantes. Por ello, la factibilidad también está relacionada con las posibilidades de la empresa de tener una gestión ágil de proyectos".
Análisis de la viabilidad
Una vez que es factible implementar una solución innovadora, la organización debe preguntarse si es viable mantenerla a largo plazo. Esto conlleva una serie de costos y regulaciones en los que se necesita evaluar los siguientes puntos:
Si la factibilidad y viabilidad no son evaluadas de manera correcta, se pondría en riesgo el proyecto que la organización ha iniciado. Mejorar los procesos externos para los clientes requiere analizar los procesos internos al máximo detalle, solo así es posible tener éxito con un objetivo creativo.
Fuentes:
Entrevista a Eduardo Mogrovejo y Gustavo Ortega, docentes del Diploma en Design Thinking Avanzado de ESAN.
A Medium Corporation. "Los 3 atributos clave de una solución por Design Thinking y cómo lograrlos".
EAE Business School. "La innovación debe ser deseable, factible y viable".
Think & Sell. "Design Thinking: cuando la experiencia es estrategia".
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