La evolución del diseño organizacional nos indica que las tradicionales estructuras basadas en áreas funcionales altamente especializadas y burocráticas dan paso a configuraciones basadas en equipos ágiles, denominados de células, nudos, teams, redes, tribus, etc. Esta evolución constituye una respuesta a los nuevos desafíos de los entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (VUCA, por sus siglas en inglés), así como en los escenarios frágiles, llenos de ansiedad, no lineales e inciertos (BANI, por sus siglas en inglés). 

La propuesta de agilidad en sus diversos matices (holocráticos, fractales, tribales, ambidiestros, exponenciales, TEAL, etc.) se basan en la integración de equipos como elemento de acción convergente e integrado.

Metodologías y características de los equipos ágiles

Existe una tendencia creciente hacia la práctica de metodologías ágiles, según la consultora Think Agile 8 en un reportaje realizado por Elida Vega para el diario Gestión. Desde el 2015, existe una tendencia sostenida en diversos sectores económicos, como banca, finanzas, seguros, retail, etc. Entre las metodologías más populares, podemos mencionar a Scrum, Kanban, lean start-up, design thinking, Jira, etc. 

https://gestion.pe/economia/management-empleo/think-agile-8-estas-son-las-metodologias-agiles-mas-usadas-por-las-empresas-en-peru-metodologias-agiles-agile-project-design-thinking-productividad-transformacion-digital-noticia/

Entre las características esenciales que todo equipo ágil requiere para ser eficiente y generar valor para su organización, podríamos citar las siguientes:

• Tener propósitos comunes, basados en valores y principios compartidos por parte de la empresa y sus colaboradores, que le permiten consolidar su identidad corporativa.
• Tener objetivos y metas claras. Es necesario establecer lo que se desea y cuánto se desea lograr, pues sirve como estímulo y reto para desarrollar las operaciones necesarias, en pro de cumplir las metas planteadas.
• Tener autonomía que permita la autogestión responsable para planear, organizar, dirigir y controlar las actividades administrativas.
• Desarrollar competencias que permitan correlacionar los conocimientos, las habilidades y las actitudes requeridas por parte de la organización (persona jurídica) y sus colaboradores (persona natural).
• Ser pluricognitivos y buscar la participación de los colaboradores con perfiles de expertise y experiencia diversificados para integrarse a diversos proyectos para obtener diversos ángulos y dimensiones de análisis, y potenciales soluciones.
• Ser inclusivos y convergentes, y desterrar toda forma de discriminación por raza, género, sexualidad, edad, creencias religiosas, prácticas políticas, etc., a favor de la equidad y la justicia laboral.
• Ser flexibles y adaptables, que permita la adecuación y alerta permanente a los constantes cambios y/o transformaciones organizacionales que sean necesarias.
• Formar parte de ecosistemas organizacionales que permitan interactuar con los diversos stakeholders: clientes, proveedores, competidores, estado, etc. Junto con ellos, la empresa podrá identificar las tendencias del mercado, tomar decisiones para adecuarse a ellas y, sobre todo, ponerlas en ejecución.
• Desarrollar responsabilidad individual y compartida como vínculo de compromiso y obtención de resultados. Asimismo, debe evaluarse el desempeño y eficiencia conjunta e individual mediante la aplicación de indicadores claves de rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés) y objetivos y resultados clave (OKR, por sus siglas en inglés) que muestren el progreso y el cumplimiento de la misión y el propósito organizacional.
• Generar valor para los clientes interno y externo, basados en el mejoramiento continuo en los productos y/o servicios finales, a la medida de sus necesidades.
• Emplear metodologías ágiles, como Scrum, Kanban, lean start-up, design thinking, etc., para mejorar los productos y/o servicios según las necesidades potenciales de los clientes.
• Prestar atención a la cantidad de integrantes del equipo. Se considera aceptable contar con hasta 12 miembros.
• Desarrollar un liderazgo compartido. Cada integrante puede asumir dicho rol de manera rotativa o pro-tempore, a efectos de que el poder se distribuya y no se concentre en un solo integrante y de forma permanente.
• Apostar por la transformación digital y la inteligencia artificial para administrar de manera ágil el procesamiento de la información, la generación de resultados y la toma de decisiones.

El trabajo en equipo bajo nuevos padrones disruptivos genera un valor importante en un mundo cada vez más ágil. En ese sentido, es necesario consolidar dos grandes dimensiones: el ser ágil, referido a los valores, principios y propósitos preconizados (mindset), y el actuar de manera ágil, referido a las herramientas y metodologías (prácticas) para la operacionalización. ¿Ya has conformado equipos ágiles en tu organización? Cuéntanos tu experiencia.

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