Vehículos autónomos, incluso ya operando en la minería chilena; tecnología blockchain aplicada a criptomonedas; impresoras 3D que democratizan la producción bajo demanda y asistentes virtuales que facilitan las tareas cotidianas son algunos ejemplos disruptivos de la economía del siglo XXI. Siendo las tradicionales proveedoras de líderes empresariales, ¿cómo asumen las escuelas de negocios locales esta transformación digital que también traza desafíos en sus operaciones?

Para hablar al respecto, la revista Aptitus convocó a expertos de diversas escuelas. Entre ellos estuvo Eddy Morris, director de la Maestría en Dirección de Tecnologías de la Información de ESAN, quien brindó sus apreciaciones ante las siguientes interrogantes.

¿Cómo impacta la transformación digital en las escuelas de negocios?

Desde que cumplimos 50 años estamos replanteando hacia dónde va ESAN y qué tipo de escuela de negocios será. Por eso ya no está orientada a formar solo gerentes y ejecutivos de empresas, sino que da énfasis al emprendimiento y la innovación. En ese sentido, tenemos un plan al que podríamos renominar 4.0, con una estrategia sobre cómo y en cuánto tiempo lo aplicaríamos. También habrá cambios en el modelo de enseñanza; no solo utilizando los métidos del caso, sino también empleando un enfoque hacia los retos. Estamos incorporando fuertemente los métodos ágiles en la estructura curricular. Además, respecto a los alumnos, hay que reconocer que algunos vienen ya con conocimientos en tecnología y con expectativas por aprender más en esa línea.

¿Realmente están aprovechando esta etapa para reinventarse?

Hemos impulsado parte de la universidad virtual, pero venimos trabajando un esquema blended [combinación entre modalidades presencial y virtual] que madurará. Y lo virtual no trata, necesariamente, de clases grabadas, sino interactivas. El alumno puede seguir su curso a distancia directamente con el profesor, sea que dicte desde Lima o del extranjero. Estamos utilizando herramientas que prácticamente permiten simular un aula. Según últimas encuestas sabemos que de 31.5 millones de personas en el Perú, 15 millones son de las generaciones X e Y, cuyos ejecutivos que manejan la tecnología quieren despapelizar la organización. Y se nos vienen 8 millones de la generación Z. Tenemos potencial para llegar a nivel nacional.

¿Es muy audaz pensar en incubar ideas para capitalizar la innovación?

Bajo ese objetivo creamos el Centro de Desarrollo Emprendedor que cuenta con su propia incubadora, mientras que el MBA tiene una iniciativa similar denominada EmprendeMBA, y para pregrado también posee un proyecto de este tipo. Frente a ello hemos tomado las siguientes acciones: integrar todo en una sola gran incubadora, orientada a desarrollar un parque de innovación y un ecosistema digital en ESAN. Esta se enlazaría con la de la Salle Campus Barcelona-Universitat Ramón Llull. También buscaríamos una vinculación más directa con las empresas y los gremios para poder crear toda una red de incubadoras.

Lee la nota completa aquí.

Fuente: Aptitus