Usualmente, cuando se trae a alguien de afuera suele ser para ocupar un cargo de importancia. Pero incluso si no es así, existe el riesgo de levantar tensiones por la escasa inteligencia cultural.

"Como dueño de la compañía, yo debería estar listo si voy a emplear expertos extranjeros, pues debo pensar en ellos y hacerlo más fácil", señaló a Gestion.pe, William Davis, docente de la Semana Internacional de ESAN.

"Debo preparar a mi personal para recibirlo y ayudarle a tener éxito", añadió el experto, pues la labor de adaptación no es muy sencilla.

Una persona tarda entre seis meses a un año en adaptarse a un nuevo lugar, anotó. Y el primer semestre suele ser el más duro.

"El 70% de los líderes expatriados vuelven antes de cumplir el contrato. En otras palabras, fracasan", describió. Es decir, las compañías se esfuerzan mucho en enviar un ejecutivo fuera, pero no se preocupan en saber si va a adaptarse correctamente.

La mayoría de los errores nacen de la ignorancia. Los viajeros no saben si sus acciones (o ausencia de ellas) pueden ser interpretadas como falta de respeto, y suelen caer en ellas. Por ello, recomienda una capacitación antes de salir del país, y otra cuando llegue al destino. Esta última liderada por un coach local que pueda brindarle los insights necesarios sobre su nuevo hogar.

Factor Venezuela

Davis no duda de que la cultura venezolana pueda enriquecer la tradición peruana con el tiempo.

"Los venezolanos que decidan quedarse aquí pueden acoplarse, incluso, a lo peruano. Hasta puede haber arepas de lomo saltado", bromea. Pero si algo caracteriza a los inmigrantes de Venezuela es su motivación.  "Estas personas han salido de su país buscando mejorar su vida. Eso los hace buenos trabajadores porque están muy motivados", señaló.

"Deben tener éxito porque quieren traer a su familia o enviarles dinero. Hay otros que solo pasan por Perú como plataforma para llegar a otros lugares", subrayó.

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Fuente: Gestión.pe