Los consumidores son un grupo de interés clave para las empresas, y existen estándares, normas internacionales y guías de responsabilidad para la gestión de clientes. Las Naciones Unidas han desarrollado directrices para la protección al consumidor, las cuales se basan en ocho principios que legitiman internacionalmente los derechos de los consumidores: al acceso a bienes y servicios básicos, a la seguridad, a la salud, a la información, a elegir, a ser escuchados y a reclamar, a la educación como consumidor, así como a la sostenibilidad.