El descuento de flujos de caja para la valorización de empresas y proyectos es parte central de las finanzas por ser el instrumento más difundido para lograr este propósito. Así, la literatura financiera presenta dos métodos cuando se descuentan flujos de caja libre (FCL): el costo promedio ponderado del capital (WACC) y el valor presente ajustado (APV).
En el método WACC, los textos de finanzas corporativas indican que la valorización es un proceso iterativo, ya que los FCL de la empresa se descuentan con una tasa WACC para determinar un valor presente: deuda más capital (D + E); pero para calcular el WACC es necesario conocer el valor de la empresa.
Este proceso circular, denominado como el problema de circularidad del WACC, se conoce en matemáticas como punto fijo y se resuelve mediante cálculos que involucran un proceso iterativo, así como dar por supuestos una deuda constante y FCL constantes y perpetuos o que la proporción entre deuda y valor de mercado sea constante. De manera que cuando tales supuestos no se cumplen, usualmente recomiendan el uso del método APV.
Ross, Westerfield y Jaffe (2012) presentan el caso con una deuda constante y un flujo de efectivo constante y perpetuo. En tal situación, el APV y el WACC llegan al mismo valor. Asimismo, estos autores sugieren usar el WACC si la razón de deuda a valor fijada como meta para la empresa se aplica al proyecto durante su vida útil, pero si el nivel de deuda del proyecto se conoce a lo largo de la vida del proyecto, recomiendan el uso del APV. En la misma línea, Brealey, Myers y Allen (2010) presentan la valorización de un proyecto. Primero, se asume una razón constante de deuda a valor y, luego, se valoriza el mismo flujo pero con un nivel de deuda conocido. La diferencia entre ambas valorizaciones es de 1.4 millones de dólares.
Justamente frente a esta discrepancia mostrada, Vélez-Pareja y Tham (2006) obtienen una solución, pues tanto con el APV como utilizando un WACC dinámico señalan que llegan al mismo resultado de valorización debido a que la razón deuda/valor cambia con el tiempo. Esto ha constituido la motivación para desarrollar el presente trabajo de investigación que servirá para demostrar que ambos métodos de valorización son equivalentes.
Asimismo, a través de presentar de manera detallada dos fórmulas que resuelven el problema de circularidad del WACC, se demostrará que el uso del método APV otorga más ventajas y elementos para la valorización tanto de empresas como de proyectos de inversión frente al método WACC con el descuento de flujos que asume una relación fija entre deuda y valor para poder utilizarlo, supuesto que muchas veces no se cumple en la realidad, ya que las empresas o los proyectos generan flujos de caja libre variables y no tienen un nivel de deuda constante.
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