El Foro Económico Mundial dio a conocer este 22 de mayo su ranking sobre el desarrollo de viajes y turismo 2024, listado que significó una actualización del elaborado en el 2022. Esta investigación ponderó los factores y las políticas que favorecen un desarrollo sostenible y resistente del turismo y tiene como objetivo evaluar el progreso del este sector en los distintos países (119 para ser exactos) para que las empresas y los viajeros puedan tomar decisiones de inversión, tanto a nivel de negocios como de índole recreativo (planificar un viaje, por ejemplo).

[...]

Este ranking es liderado por Estados Unidos, seguido por España, Japón, Francia, Australia, Alemania, Reino Unido, China, Italia y Suiza, quienes integran el top ten.  Le siguen Canadá, Portugal, Singapur, Corea del Sur, Austria, Países Bajos, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Suecia y Finlandia. Como puede verse, son países desarrollados, denominados de “renta alta” y que ofrecen las mejores condiciones para viajes, en sus distintos tipos.

¿CÓMO SE ENCUENTRAN PERÚ Y LA REGIÓN?

Los países latinoamericanos mejor ubicados en este ranking de competitividad turística fueron: Brasil (22), México (38), Argentina (49), Colombia (50) y Costa Rica (51). Perú se ubicó en el puesto 62, siendo el sexto país de la región en el listado, seguido muy de cerca por Panamá (63) y República Dominicana (64).

Este resultado, refleja una gran problemática en el sector que lastimosamente todos los actores involucrados (gobierno, gremios empresariales y la sociedad civil) no han podido revertir: una desvalorización de la Marca Perú, una mala percepción del país a nivel internacional por las noticias de inestabilidad política e inseguridad, así como una nula o poca capacidad para mejorar las condiciones turísticas, hablamos de una eficiente conectividad (a nivel de aeropuertos, carreteras, sistemas de transporte público), servicios básicos adecuados (luz, agua, internet), formalidad en los operadores turísticos, entre otros factores.

En los últimos años hemos sido incapaces como país de explotar de manera efectiva nuestra basta oferta de destinos en la costa, sierra y selva. Por el contrario, somos percibidos como un país inestable para visitar, que no ofrece condiciones mínimas para garantizar el cumplimiento de un itinerario (pensemos solo en los múltiples cambios que supone comprar un boleto al Santuario histórico de Machu Picchu). Ante ello, es crucial tomar cartas en el asunto por lo que reitero una línea base de acciones a cumplir:

Revitalizar y fortalecer la Marca Perú. Es fundamental recuperar el valor de la Marca Perú y su poder unificador, el mismo que se tuvo durante su lanzamiento. A pesar de la publicación de la Ley 31877, que establece su promoción en eventos oficiales nacionales e internacionales, no será realmente efectiva sin un esfuerzo concertado entre el gobierno, los diversos sectores económicos y la población. Para volver a ser exitosa, se debe proyectar un consenso que no existe en la actualidad, en gran parte por los antagonismos políticos que existen. Este punto es clave solucionar y rescatar, más allá de las posturas que se tengan y pensando en el bien del sector.

La sostenibilidad debe ser el elemento más destacado. Después de la pandemia, el perfil del turista ha cambiado significativamente debido a una creciente conciencia ambiental y social. Los viajeros de esta línea no solo buscan experiencias únicas, sino también quieren contribuir al cambio positivo en los lugares que visitan. Esto presenta una oportunidad excepcional para el país, ya que tiene la capacidad de satisfacer estas demandas enfocándose en la sostenibilidad. El turismo sostenible tiene la capacidad de fomentar el desarrollo económico de Perú y al mismo tiempo preservar y enriquecer su patrimonio cultural único.

Promover nuevos destinos y experiencias turísticas. Perú debe renovar su portafolio turístico, no solo a nivel de destinos sino también a nivel de actividades y experiencias (gastronómicas, culturales, etc.). Esto debe tener una visión estratégica y constante, aprovechando tendencias del turismo como el ecoturismo y la búsqueda de experiencias auténticas. Para ello también es clave mejorar la infraestructura turística y asegurar la seguridad de los visitantes son esenciales.

El informe del Foro Económico Mundial señaló también que en líneas generales los países, independientemente de su ubicación geográfica, enfrentarán numerosos desafíos en los próximos años en su economía y turismo debido a los efectos del cambio climático, las tensiones geopolíticas, la incertidumbre macroeconómica y el uso de tecnologías digitales como la inteligencia artificial (IA). Por ello, urge tomar acciones inmediatas si queremos ser competitivos y no perder más posiciones respecto a otros mercados.

Lee la nota completa aquí.