Personas y tecnología: El futuro del talento humano 4.0

Personas y tecnología: El futuro del talento humano 4.0

Enrique Louffat, profesor principal en  los Programas en Administración del MBA, Maestrías Especializadas y de Educación Ejecutiva de ESAN, escribió en Gestión sobre la necesidad de transformar la tradicional administración de recursos humanos en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial. Según el docente, esta transformación implica adoptar un enfoque estratégico y ágil, apoyado en herramientas como la inteligencia artificial, el people analytics y metodologías ágiles, para afrontar con eficacia los entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos.

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En el contexto de la Cuarta Revolución Industrial —caracterizada por la automatización de procesos fabriles mediante sistemas ciberfísicos, electrónicos y digitales, así como por el surgimiento de la inteligencia artificial— resultaba inevitable que la gestión de personas tuviera que adaptarse a estos nuevos entornos y desafíos empresariales.

La tradicional administración de recursos humanos, concebida como una práctica mecánica y “artesanal” centrada en procesos como el reclutamiento, la selección, la capacitación, la evaluación del desempeño, el desarrollo de carrera y las remuneraciones, debía transformarse rápidamente. Ya no bastaba con cumplir una función operativa o procedimental: se requería asumir un rol estratégico que permitiera evolucionar y potenciar el talento humano, para así responder con eficacia a los nuevos contextos VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) y BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible).

En este marco, algunos de los campos claves en los que la Gestión del Talento Humano 4.0 viene adaptándose son:

1.1 Agilidad empresarial

Se trata de la capacidad de identificar, decidir y actuar de manera tanto flexible como rápida frente a los desafíos del entorno. Esta competencia se fundamenta en criterios integrales que abarcan dos dimensiones clave: “ser ágil” y “hacer ágil”. Por un lado, “Ser ágil” implica adoptar un nuevo mindset basado en la agilidad organizacional, lo que supone estar “convicto y confeso” de sus beneficios, y reflejarlo en el replanteamiento de elementos fundamentales como la misión, la visión, los valores y el propósito institucional. Por su parte, “Hacer ágil”, se refiere a la aplicación práctica de metodologías y herramientas que permitan operacionalizar dicha agilidad. Entre las más utilizadas se encuentran Scrum, Kanban, Design Thinking, entre otras, que facilitan la adaptación constante, la colaboración transversal y la entrega de valor de forma iterativa y continua.

1.2 Inteligencia artificial

Hace referencia al uso y aplicación de tecnologías virtuales innovadoras —como el Internet de las Cosas (IoT), la realidad aumentada, la computación en la nube, la impresión 3D, la robótica, entre otras— en los diversos procesos de gestión del talento humano.

Por ejemplo, en los procesos de reclutamiento y selección, ya se emplean algoritmos avanzados que permiten identificar candidatos idóneos a través del análisis de datos provenientes de redes sociales y otras plataformas digitales. En los procesos de capacitación, existen plataformas sofisticadas que incorporan herramientas de gamificación para promover una experiencia de aprendizaje interactiva y personalizada. Asimismo, en los procesos de evaluación del desempeño, se utilizan plataformas inteligentes just in time, capaces de monitorear y registrar el rendimiento de manera continua, facilitando una retroalimentación inmediata y basada en datos.

1.3 People analytics

Hace referencia al procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos (big data) con el objetivo de generar métricas clave que sirvan de base para realizar análisis predictivos. Estos análisis permiten anticipar comportamientos, identificar patrones y tomar decisiones informadas orientadas a optimizar las estrategias, políticas y procesos relacionados con la gestión del talento humano.

A través del enfoque de People Analytics, las organizaciones pueden, por ejemplo, predecir la rotación de personal, identificar factores que inciden en el desempeño o diseñar programas de desarrollo alineados con las necesidades reales del negocio y del colaborador.

Beneficios de la Gestión del Talento Humano 4.0

La adopción de enfoques, metodologías y tecnologías propias de la Gestión del Talento Humano 4.0 trae consigo múltiples beneficios para las organizaciones, entre los cuales destacan:

  • Automatización de procesos administrativos, especialmente aquellos de carácter burocrático como la gestión de remuneraciones, lo que permite reducir tiempos y costos operativos.
  • Mayor efectividad en el reclutamiento y la selección de personal, gracias al uso de algoritmos e inteligencia artificial que incrementan las probabilidades de encontrar candidatos idóneos.
  • Personalización de procesos para cada trabajador, como la capacitación a medida, alineada con sus necesidades individuales y su trayectoria profesional.
  • Mayor flexibilidad laboral, tanto en la gestión de horarios como en la posibilidad de implementar esquemas híbridos que combinan la modalidad presencial con la virtual.
  • Desarrollo de una cultura organizacional ágil e innovadora, en sintonía con las exigencias del entorno cambiante y competitivo.
  • Toma de decisiones más rápida, transparente y colaborativa, facilitada por el acceso a datos en tiempo real y por la participación articulada de diversas áreas de la organización.
  • Mejora de la experiencia del colaborador, quien puede acceder a plataformas institucionales amigables, con información actualizada, múltiples servicios, oportunidades internas y canales directos de comunicación con sus líderes.

Consideraciones y desafíos en la adopción de la Gestión del Talento Humano 4.0

Es fundamental señalar que la implementación de un modelo de Gestión del Talento Humano 4.0 no debe realizarse simplemente porque “está de moda”. Esta transición requiere un análisis estratégico y profundo de diversas variables que pueden influir en su éxito o fracaso. Entre los principales desafíos que deben ser considerados se encuentran:

  • Alta inversión inicial en tecnologías, actualización de software e infraestructura asociada, lo que puede representar una barrera para algunas organizaciones.
  • Resistencia al cambio por parte de los colaboradores, motivada por el desconocimiento, la inseguridad sobre cómo actuar ante nuevas herramientas o, en algunos casos, por una negativa directa a modificar sus hábitos laborales.
  • Curva de aprendizaje significativa, que exige programas de capacitación y acompañamiento adecuados para asegurar la adaptación a los nuevos estándares tecnológicos.
  • Riesgo de despersonalización en las relaciones humanas, al priorizar procesos automatizados que podrían disminuir la dimensión emocional, ética o espiritual en la interacción entre trabajadores y líderes.
  • Sesgos algorítmicos, derivados de los valores y creencias de quienes programan los sistemas, que pueden afectar de forma tendenciosa los resultados de procesos clave como selección, evaluación o promoción.
  • Sustitución de puestos de trabajo por automatización, lo que podría generar impactos sociales negativos si no se gestiona adecuadamente con enfoque de reconversión laboral y desarrollo de nuevas competencias.
  • Necesidad de transparencia y ética en el uso de la inteligencia artificial, garantizando que los sistemas no reproduzcan ni fomenten prácticas discriminatorias, y que los colaboradores estén informados sobre su funcionamiento y propósito.

Etapas para la adopción de la Gestión del Talento Humano 4.0

La implementación efectiva de un modelo de Gestión del Talento Humano 4.0 en una organización requiere seguir una serie de pasos estratégicamente estructurados. A continuación, se presentan las etapas clave del proceso:

Paso 1: Planeación

Esta etapa inicial se centra en alinear la transformación con la cultura organizacional y establecer una base estratégica sólida:

  • Analizar cómo se alinea la Gestión del Talento Humano 4.0 con la misión, visión, valores, propósito y cultura gerencial de la empresa.
  • Definir con claridad los objetivos y resultados esperados de la transformación.
  • Realizar un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), e identificar estrategias de adopción pertinentes.
  • Determinar las tecnologías digitales clave a implementar, como inteligencia artificial, people analytics, herramientas ágiles, y la infraestructura tecnológica necesaria.
  • Elaborar un cronograma detallado de etapas y actividades.
  • Formular un presupuesto estimado, incluyendo costos, posibles fuentes de financiamiento y retorno de inversión esperado.

Paso 2: Organización

Consiste en estructurar adecuadamente los equipos y procesos que liderarán la transformación digital:

  • Definir la unidad orgánica responsable o conformar un equipo multifuncional, estableciendo perfiles, funciones y roles específicos.
  • Establecer metodologías ágiles de trabajo, que promuevan la flexibilidad, la iteración continua y la colaboración efectiva entre áreas.

Paso 3: Dirección

Implica liderar e inspirar el cambio, desarrollando las capacidades necesarias en todos los niveles:

  • Implementar programas de capacitación, upskilling y reskilling en competencias clave como virtualidad, agilidad, innovación, analítica de datos, pensamiento crítico y toma de decisiones.
  • Nombrar líderes transformadores e inspiradores, capaces de guiar la transición y motivar a los equipos.
  • Establecer canales de comunicación multicanal, fluidos, transparentes y permanentes con los colaboradores.
  • Promover el engagement del talento humano, a través de motivadores emocionales, racionales, espirituales y fisiológicos.
  • Diseñar y aplicar protocolos para la gestión de conflictos y crisis, con enfoque preventivo y resolutivo.

Paso 4: Control

Esta fase garantiza el seguimiento y mejora continua del proceso de transformación:

  • Realizar un monitoreo integral: previo, concurrente y posterior a la implementación.
  • Establecer indicadores de desempeño (KPIs y OKRs) que permitan medir la efectividad en los niveles estratégico, táctico y operativo.
  • Implementar mecanismos para corregir desviaciones o errores de manera oportuna, asegurando una mejora continua del proceso.

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