“Actualmente, veo que muchos jóvenes empalman una maestría al acabar prácticamente la universidad. Yo les recomendaría que tengan un poquito de paciencia en su crecimiento profesional porque es importante tener por lo menos tres años de experiencia laboral para recién involucrase en un programa de este tipo. La razón obedece a dicha experiencia laboral podrá contrastarse con la teoría que uno recibe en los cursos, con lo cual el aporte que uno puede dar será mucho más rico”, manifestó Renzo Ricci.
Fuente: Semana Económica