Doctores apurados, enfermeras asediadas, pacientes enfermos, familias preocupadas, exigentes accionistas, nuevas regulaciones políticas, incrementales costes de los insumos y la vertiginosa aceleración tecnológica, en un marco de vida o muerte. Tal es la condición de un hospital, que el académico Henry Mintazberg declaró en su Managing the myths of health care: "¡Nadie es capaz de manejar un hospital!".
Pero alguien tiene que hacerlo, así que interesados en esta misión casi imposible, en este tercer especial sobre maestría especializadas en negocios de América Economía Intelligence, se han explorado las propuestas de las diferentes escuelas de negocios de América Latina que prometen suministrar a los profesionales preparados para ese desafío tenaz.
La oferta de las maestrías especializadas en gestión en salud es especialmente interesante de ser estudiada en un contexto en el que los sistemas de salud de América Latina son blanco de los principales reclamos sociales que se han reforzado durante 2019, y en el que el Índice de Desarrollo Humano 2019, de Naciones Unidas, destaca como deudas urgentes: "La distribución desigual de la educación, la salud y los niveles de vida obstaculizan el progreso de los países. Según esas variables, en 2018 se perdió el 20 % del progreso del desarrollo humano debido a las desigualdades", sentencia el informe.
Según "Better spending for better lives" ("Mejor gasto para mejores vidas"), estudió publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los países de América Latina y el Caribe solo gastan alrededor del 4 % del PIB en materia de salud pública, por debajo del 5 % suscrito por todos los países de la región, a través de la organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esta precariedad y falta de recursos son una amenaza que potencia una crisis mayor y ad portas para un desafío común que enfrentan las sociedades latinoamericanas: el crecimiento demográfico y envejecimiento de la población. Según los indicadores de desarrollo del Banco Mundial (BM), la población total de la región creció 1,21 % en 2017, mientras que la población mayor de 35 años aumentó 3,43 %, casi el triple.
César Neves Catter, director de la Maestría en Gerencia de Servicios de Salud de ESAN, señala: "Es un sector que no cubre las necesidades de la población. Por ejemplo, el sistema público en el Perú está fragmentado entre los ministerios de Salud y Seguridad Social; ambos tienen hospitales pobremente implementados y con largas listas de espera. Ya en el ámbito privado, tiene uno de los gastos de bolsillo (de las personas) más grandes de América Latina, complementado con seguros privados que solo abarcan al 5 % de la población, y con graves problemas de acceso por la difícil geografía del país", enumera.
Entonces, ¿cómo cumplir con el juramento hipocrático y, al mismo tiempo, administrar un hospital sostenible, especialmente cuando nuevas exigencias sociales en América Latina? Frente a este dilema, las escuelas de negocios de la región podrían ser claves en la formación de profesionales que rehabiliten el sistema.
¿Cómo maximizar el bienestar de un paciente mientras intento disminuir el costo per cápita? Esta es la pregunta que se hacen todos los días los administradores en instituciones en salud. Mientras los profesionales clínicos son formados para privilegiar al paciente individual, los de la administración velan por el bienestar colectivo, un sello formativo que hace muy particular a una maestría de gestión en salud, en comparación a un MBA tradicional u otros programas en negocios.
Lee el artículo completo aquí.
Fuente: América Economía