Jesús Estrada Zambrano (Gerente regional sur de Soldexa): Decidí estudiar una maestría por un anhelo de crecimiento profesional. Antes de inscribirme a este programa, me encontraba en busca de una escuela de negocios que me brindara los conocimientos necesarios para destacar en el sector donde me desarrollo. El mundo necesita gerentes capaces de manejar eficientemente una institución pública o privada. Y solo se logra con especializaciones de gran nivel.
Recuerdo las horas de estudio, las reuniones de trabajo, las exposiciones y, de nuevo, las horas de estudio, porque una maestría demanda mucho esfuerzo. Al final, la luz en el camino es la inmensa satisfacción de haber culminado lo que uno empieza. Ahora miro atrás y digo: 'Valió la pena'. Por eso, estudiar un MBA nos pone varios escalones arriba frente a un profesional que no lo ha llevado. Brinda conocimientos actuales y una red de contactos bastante amplia.
Ana Lucía Sifuentes (Líder de Proyectos de Ingeniería en Dinet): Opté por un MBA porque quería aprender sobre la visión global del mercado corporativo. En la actualidad, los cambios ocurren cada minuto y como profesionales es necesario estar capacitados para afrontar estos requerimientos. Mi especialización me ha brindado seguridad, conocimientos y experiencias que marcan la diferencia. Aprendí que para llegar a un objetivo es necesario redoblar esfuerzos que permitían lograr un mejor desempeño.
Los profesores brindan la confianza para que un profesional se desarrolle en su máxima expresión. Nos enseñan a visualizar aspectos de una organización que tal vez no considerábamos.
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Fuente: Gestión