Para Kety Jáuregui, directora de la Maestría en Organización y Dirección de Personas de la Universidad ESAB, la mujer tiene una mayor capacidad de adaptarse a un entorno cambiante y exigente, debido a sus "características propias de mujer". "También, por su mayor conciencia social, es más democrática, utiliza mucho la empatía, sabe delegar, es más abierta al diálogo y comprometida con su trabajo y equipo"