El derecho que tienen los accionistas sobre sus inversiones se registra en el patrimonio; sin embargo, ese registro difiere del valor de mercado de la empresa debido a que los accionistas valoran su patrimonio en función de las utilidades que genera el negocio, así que el valor financiero del patrimonio puede ser mayor o menor que el patrimonio contable: si es mayor, sugiere que se ha generado valor en la empresa; por el contrario, si es menor, significa que se está perdiendo valor.
En el ejemplo anterior, la empresa Aqua Sud tenía un patrimonio de US$ 800 millones que -para tener una estructura simple- se conforma por resultados acumulados (US$ 450 millones) y capital social (US$ 350 millones). Los US$ 350 millones del capital social están integrados por 350 millones de acciones con un precio en libros de US$ 1 por acción; este valor es referencial y útil para expresar el capital social, pero el valor de la acción se definirá en el mercado y dependerá de la utilidad que genere el negocio.
Si la empresa cotiza en la bolsa de valores, en el mercado se formará el valor o precio por acción, el cual multiplicado por el número de acciones nos dará la capitalización de mercado de la empresa, que es el valor financiero del patrimonio a precios de mercado o de bolsa. Suponiendo que la cotización o precio por acción es US$ 4.1, y multiplicado por 350 millones de acciones, establecerá una capitalización de mercado de la empresa igual a US$ 1,435 millones.
Capitalización de mercado = N° de acciones * Precio de una acción
Capitalización de mercado = 350 millones de acciones * US$ 4.1
Capitalización de mercado = US$ 1,435 millones.
Entonces, el valor financiero del patrimonio de la empresa en el mercado es US$ 1,435 millones, que muestra que en el negocio se ha generado un valor agregado o goodwill de US$ 635 millones respecto al patrimonio contable (US$ 1,435 millones menos US$ 800 millones).
La utilidad como fuente de valor en empresas que cotizan en bolsa
Los accionistas de una empresa en la bolsa compran y venden acciones de la empresa a precios cotizados en el momento de la adquisición, este movimiento de oferta y demanda implica una fluctuación constante del precio por acción.
Un aspecto importante a notar es que los distintos actores -nuevos accionistas que compran o accionistas que dejan de serlo al vender sus acciones- están valorizando el precio por acción en forma permanente, lo cual tiene sustento ulterior en dos variables fundamentales: la utilidad que genera el negocio y el rendimiento esperado por los accionistas, cuyas fórmulas se utilizan como la relación entre el precio y la utilidad (PER: Price/Earning Ratio) y dependen igualmente de las dos variables mencionadas.
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Fuente: Gestión