Existe una discusión académica sobre si para llegar a los altos niveles de la empresa sería necesaria una cierta dosis de psicopatía. Lo que parece indiscutible es que ciertas organizaciones peruanas son el ecosistema perfecto para que proliferen el tipo de jefes psicópatas que necesitan actuar como pequeños reyezuelos ensoberbecidos que solo buscan maximizar su pobre e inflado ego a costa de la vida y la salud mental de sus subordinados, y a mediano y largo plazo a expensas de debilitar seriamente la competitividad organizacional.
Aunque en la realidad termina siendo más una tragedia que una comedia, nuestra obra tiene los siguientes personajes:
A. Jefe mediocre/soberbio.
B. Sobones, de la subespecie tontos.
C. Sobones, de la subespecie vivos.
D. Jefe soberbio de jefe mediocre/soberbio.
Fuente: Revista Aptitus.