La modificación al procedimiento para la actualización del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que ha fijado el MEF en teoría suena bien, porque ahora lo está ajustando con base en la inflación de cada producto gravado por este impuesto, y ya no por un periodo anual sino en plazos más cortos, pero da la impresión de que detrás de esto hay una finalidad recaudatoria inmediata, y lo razonable es que va a aumentar el precio de esos productos de manera mucho más sensible a la temporalidad.
Por ejemplo, en el caso de la cerveza, en verano -cuando aumenta su demanda- el índice de precios al consumidor (IPC) de la cerveza se va a disparar y aumentar el ISC. En el caso de los combustibles, lo que no está claro es cómo se calculará su precio diferenciado, cuando en un grifo se vende a S/ 13 el galón y en otro hasta S/ 17.
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Fuente: Gestión