La inteligencia artificial en la educación: El trébol de la suerte

La inteligencia artificial en la educación: El trébol de la suerte

Por historia, el trébol de cuatro hojas siempre se ha considerado un símbolo de buena suerte. Cada una de estas hojas guarda relación con un aspecto concreto de la enseñanza, que hoy sufre cambios con el eventual avance de la inteligencia artificial. 

Por: Mario Eugenio Roncallo Miraval el 18 Junio 2025

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La enseñanza hoy puede visualizarse como un trébol de cuatro hojas que van cayendo de manera eventual. Quien lo cultivaba también desaparece en silencio, mientras el silicio envilece a la humanidad y la inteligencia artificial (IA) transforma cada vez más el ámbito educativo. 

Cada trébol pretende enverdecerse para intentar ganarle al futuro dominado por la IA, pero esta también va carcomiendo su verdor. Así, el ser humano pierde su humanidad y se degrada de forma progresiva. En ese sentido, rememoro una frase de Alan Turing que parecía presagiar este escenario: “La máquina debería ser capaz de aprender por sí misma y adaptarse al entorno”. Este riesgo humano provoca un giro dialéctico en la historia que pretendo explorar a continuación.

Primera hoja del trébol: Acceso uniforme a la inteligencia artificial

Según Osiptel, el Perú ha incrementado de forma significativa la cantidad de usuarios de servicio de internet móvil. De los 10 997 millones de usuarios que registraba en el 2014, llegó a los 31 352 millones en el tercer trimestre del 2024. En el caso del servicio de internet fijo, si bien hubo un incremento inicial, no ha sido significativo a lo largo de los años. Lima posee la mayor cantidad de suscriptores, mientras que Huancavelica y Amazonas registran las cifras más bajas. Esta información guarda estrecha relación con los índices de pobreza y pobreza extrema de ambas regiones.

La IA, como un recurso relevante para la educación, atraviesa un desarrollo desigual y con prospectivas de continuar así. Cabe preguntarse cómo se vislumbra la acción docente y estudiantil en un futuro entre regiones de un mismo país. Las desigualdades serían más evidentes, ya que el acceso deficiente o nulo de la IA desencadenaría un aprovechamiento de los que sí la tienen para usarla como instrumento de subordinación.

Segunda hoja del trébol: ¿Una inteligencia que deshumaniza?

Uno de los aspectos más cuestionados de la tecnología en las últimas décadas era la ausencia del contacto social en el aprendizaje. Cómo no recordar los tradicionales juegos grupales, como las escondidas, la bata, el matagente o el kiwi. El común denominador de todos ellos era la interacción social, ya que aprendíamos con la práctica y desde infantes en qué consistía el trabajo en equipo. En la actualidad, podemos sacar tres conclusiones clave:

La ausencia de emociones. Esta falta de interacción humana limita el desarrollo de emociones, más aún en personas que están en formación, como los niños y jóvenes. Las relaciones son más distantes, frías y sin un grado de empatía.

La pérdida de la identidad e individualidad. Los educandos tienden a buscar información en plataformas de IA que luego reproducen de forma textual. Ello limita su creatividad y su posición crítica, además de llevarlos a imitar patrones generales. A su vez, todos los estudiantes de la sección suelen presentar las mismas respuestas en sus tareas. Esta costumbre los lleva a perder el criticismo, la reflexión y su capacidad de apreciación, lo afectará más adelante su capacidad para tomar decisiones.

El impacto grave en la creatividad. Para un estudiante, la IA puede constituir el amigo perfecto, ya que le ayuda a resolver sus tareas, le compone canciones y poemas, le explica fórmulas, realiza investigaciones en su lugar y le brinda las soluciones que necesite. Ello afecta la reflexión y originalidad del propio niño o adolescente, lo que a su vez desvaloriza la creatividad humana. Además, existe la posibilidad de que el alumno llegue a pensar o calificar a lo elaborado por IA como bueno, en lugar de lo creado por sí mismo. 

Tercera hoja del trébol: De la libertad a la dependencia

Ser libre significa tener la capacidad de discernir entre posibilidades de acción o pensamiento, sin ningún tipo de manipulación directa o indirecta. El aspecto económico es un condicionamiento que ha delimitado libertades en cuanto a calidad de vida. Aún en la pobreza extrema, la posibilidad de emitir un juicio de valor es reconocida como una decisión tuya. La presencia de la IA provoca reducción del pensamiento crítico, pues el estudiante se acostumbra al facilismo en la búsqueda de información, lo que provoca un retroceso en habilidades básicas como los cálculos o la redacción.

En cuanto a la docencia, la dependencia se evidencia en la automatización de acciones educativas que antes pasaban por el filtro educativo (ojo pedagógico). Ello deriva en la pérdida de habilidades para el diseño de estrategias. Recordemos que un buen educador se nutre e investiga para el desarrollo de las sesiones, mientras que el facilismo provoca que el docente deje de investigar o actualizarse.

Cuarta hoja del trébol: Potencial y miedos de la inteligencia artificial

En un artículo de Otto Regalado Pezúa para Conexión ESAN, se plantea una posibilidad que no se aleja de la ficción: ¿es posible tener un mundo sin profesores? En ese futurismo, incluso podríamos presagiar que tampoco habría estudiantes y que bastaría la colocación de un chip en el cerebro del niño para saltarse los 14 años de estudio. ¿Sería esta una posibilidad a temer? 

Sea cual fuere el caso, lo cierto es que la IA ha impactado en el desarrollo del ser humano, así que recojo la pregunta del profesor Regalado en su artículo: ¿Puede la IA brindar algo más que información y análisis de datos? Es que esta tecnología hoy solo relaciona a la enseñanza con la transmisión de información. Sin embargo, el concepto de educación también incluye la trasmisión de valores, habilidades interpersonales, interés y motivación, es decir, aquello que mueve y caracteriza a la humanidad.

Por último, es bueno que exista el miedo, pues es señal de que hay emociones que todavía mueven nuestros impulsos y decisiones. Es cierto que los docentes son irremplazables. Sin embargo, también tenemos programas como Sabrewing, una IA muy sofisticada que imparte información mediante el uso de diversos algoritmos de aprendizaje y a la medida del estudiante. Esta plataforma se ajusta al estilo de aprendizaje de cada usuario (escucha, responde y evalúa) y es un sistema preparado para aprender y enseñar, pero nunca para reemplazar al docente. ¿Qué otros desafíos consideras que afrontan los docentes del Perú y el mundo en este escenario? Déjanos tu opinión.

Referencias

El concepto de educación incluye la trasmisión de valores, habilidades interpersonales, interés y motivación, factores que aún no pueden ser replicados por la inteligencia artificial.

Mario Eugenio Roncallo Miraval

Licenciado en educación de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, Con segunda especialidad en gestión escolar con liderazgo pedagógico en la Universidad Cayetano Heredia, magister en administración educativa en la Universidad César Vallejo, con estudios concluidos de Doctorado en Educación.

Actualmente se desempeña como Director General de la Institución Educativa 1049 Juana Alarco de Dammert, docente universitario y realiza asesorías para la gestión en instituciones educativas.

Experiencia:

Cuenta con 29 años de experiencia en diversas instituciones educativas públicas y privadas de la UGEL 03 de Lima Metropolitana, desempeñándose en diversos cargos como coordinador pedagógico, de tutoría, de nivel y área de comunicación. Tiene 10 años como Director de la institución educativa 1049 Juana Alarco de Dammert, 3 años como coordinador de la Red Educativa 03 de la UGEL 03, un año como Coordinador General de Redes Educativas de la UGEL 03; laboró como docente en universidad César Vallejo y Universidad Privada del Norte.

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