La gestión clínica es la estrategia que permite sistematizar y ordenar los procesos de atención sanitaria de forma adecuada y eficiente, sustentados en la mejor evidencia científica del momento y con la participación de profesionales en la gestión para la toma de decisiones en torno al paciente. Según el diccionario de gestión sanitaria para médicos, las decisiones clínicas serán de calidad si generan eficiencia económica y no mero control del gasto.
La gestión clínica, más que un modelo de administración de nuestros servicios de salud, implica un verdadero cambio de actitud no solo del personal administrativo, sino de todo el personal asistencial, que deberá asumir el liderazgo de tareas administrativas que garanticen el logro de los objetivos de la institución. Para ello, tendrá al paciente como eje de todas las actividades médicas y administrativas, que es quien acude a solicitar nuestra atención.
Si esto es así, necesitamos que el personal de salud se capacite y desarrolle un conjunto de competencias administrativas. A largo plazo, es importante que también maneje una caja de herramientas que posibilite que la implementación de este modelo de gestión tenga éxito, para que pueda sostenerse en el tiempo.
Todo lo antes mencionado corre en paralelo al hecho de que las decisiones clínicas, tomadas en torno al paciente, se deberán formular con la participación de los profesionales de la gestión. Para esto se convierte en una potencial fuente de conflicto que hay que saber administrar.
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Fuente: Revista Top Medical.