Jorge Merzthal Toranzo, director general de Maestrías y el MBA de ESAN, señaló en El Comercio que una maestría o un MBA puede aumentar los ingresos hasta en un 50%. Asimismo, explicó que mientras que el MBA ofrece una visión global y estratégica, las maestrías especializadas se enfocan en áreas clave del negocio. También analizó qué rubros y sectores son los que más demandan profesionales son estos grados de instrucción.
La búsqueda de un mejor puesto de trabajo y mayores ingresos lleva a muchos profesionales a especializarse en sus áreas mediante estudios de posgrado, los cuales podrían elevar las remuneraciones hasta en un 53%, según la Guía Salarial 2025 de Adecco Perú.
No es para menos. Tanto una maestría como un MBA no solo implican una inversión económica, sino también tiempo y esfuerzo. De acuerdo con Jorge Merzthal Toranzo, director general de Maestrías de ESAN Graduate School of Business, tras culminar estos niveles de formación, los egresados suelen buscar movilidad laboral, ya sea dentro o fuera de su empresa.
“Tenemos graduados que optan por la movilidad laboral, donde pueden negociar entre un 30% y un 50% de mejora en sus ingresos, o profesionales que acceden a un ascenso, lo cual implica un incremento salarial de entre un 25% y un 50%. También debe considerarse un tercer grupo que opta por emprender, en cuyo caso la métrica va más allá del salario”, comenta Merzthal.
La diferencia entre un MBA y una maestría, explica Merzthal, radica en su enfoque. El primero ofrece una visión global y ejecutiva, orientada a liderar áreas clave de una organización; mientras que la segunda permite al profesional profundizar en un campo específico.
Por su parte, Grados sostiene que un MBA es más valorado por su enfoque integral y su orientación a la toma de decisiones estratégicas. Las maestrías especializadas, en cambio, son preferidas para desarrollar capacidades de gestión en áreas como operaciones, finanzas, marketing y ventas.
“Las maestrías de especialidad son ideales para posiciones de gestión en áreas ‘core’ del negocio, mientras que el MBA responde mejor a roles con una mirada transversal en organizaciones con equipos especializados”, detalla.
También influyen los requerimientos del puesto, agrega Grados. Para posiciones de coordinación o jefatura, se suelen solicitar certificaciones o diplomados de especialización, por ser una vía más ágil y puntual de actualización. En cambio, para cargos de gerencia y alta dirección, lo esperado es contar con una maestría, que ofrece respaldo académico y desarrolla habilidades como liderazgo, pensamiento estratégico, gestión del cambio, visión global y capacidad para tomar decisiones en entornos complejos.
Dentro de las opciones de posgrado también se encuentra el doctorado, que si bien es especialmente valorado en el ámbito académico y de investigación, está ganando relevancia en organizaciones que apuestan por la generación de conocimiento e innovación. “Su aporte va más allá del dominio técnico, incorporando habilidades como el análisis profundo”, añade Grados.
Desde ESAN Graduate School of Business identifican una alta demanda de profesionales con posgrado en sectores como minería, agronegocios y servicios, así como en industrias relacionadas con la metalmecánica, equipos, finanzas e ingeniería.
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