El incremento sostenido de la productividad es una tarea constante para las empresas de todos los tamaños, y los indicadores clave de rendimiento pueden ayudarles a cumplir esta meta. ¿Cuáles podemos aplicar en nuestro negocio?
Toda empresa debe monitorear con frecuencia cuán eficiente es su producción, para lo cual es necesario emplear indicadores clave de rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés). Gracias a ellos, puede elaborarse un modelo de negocio que rentabilice al máximo los recursos disponibles. Hoy existe una gran cantidad de KPI que pueden aplicarse en cada organización, por lo que es importante conocer algunos de los más usados.
Es un término clave en el ámbito empresarial, ya que alude al uso más o menos eficiente de los recursos necesarios para generar productos o servicios. La medición de productividad implica evaluar el desempeño y la eficacia en la producción de una empresa, a partir de lo cual podrá tomar acciones para mejorar su situación.
Podemos expresar la productividad mediante la cantidad de productos generados o servicios brindados durante un periodo de tiempo concreto y dividido por los recursos empleados, como la maquinaria, la mano de obra, el tiempo, los materiales y el capital. Una mayor producción implicará también una mayor productividad.
Overall equipment effectiveness (OEE). Permite conocer el nivel de productividad de una línea de producción. El cálculo se realiza en base a tres factores clave: Disponibilidad del equipo, eficiencia y calidad. Cuanto más se acerque el porcentaje final al 100 %, la empresa generará productos de mejor calidad en menos tiempo y sin interrupciones.
First time through (FTT). Sirve para identificar la eficiencia y calidad de una línea de producción, y detectar unidades defectuosas o que no cumplen con los estándares de calidad necesarios. Es un KPI necesario para tener más claro el nivel de eficiencia de cada proceso y las posibles pérdidas por productos en mal estado.
Tiempo de inactividad. Permite identificar los tiempos de inactividad programados, contemplados por la empresa como horas libres para comer o reuniones de trabajo, y no programados, de carácter extraordinario y que pueden poner en riesgo el valor de los productos, como del capital invertido. La disminución de ambos aumenta la productividad y rentabilidad de toda fábrica industrial.
On time in full (OTIF). Mide la cantidad de productos entregados en el tiempo estipulado por los clientes. Es uno de los KPI más importantes a tomar en cuenta, ya que un producto entregado a tiempo repercutirá de manera positiva en el proceso de fidelización de los compradores.
Work in progress (WIP). Permite descubrir si un objeto fabricado aún es rentable para la organización antes de llegar a una etapa más avanzada. Precisa las unidades de trabajo en curso y los recursos involucrados en el proceso de manufactura. Los costos calculados luego se registran para el inventario final, en base a valores como la mano de obra y los materiales necesarios.
Como podemos comprobar, los KPI son útiles para evaluar la productividad de distintos ámbitos de una misma organización, ya sea el proceso de ensamblaje de los productos, la eficiencia de la maquinaria empleada o la productividad de los trabajadores a cargo.
Fuentes bibliográficas:
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