¿Éxito o éxitos?

¿Éxito o éxitos?

Existe más de un modo de medir el éxito de los empresarios y profesionales del mundo de los negocios, pues éste debe verse desde un punto de vista multidimensional. Así lo afirma Luis Felipe Calderón, profesor del MBA de ESAN, en un artículo para la revista Aptitus.

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Muchos ejecutivos únicamente miden su triunfo por su salario, su cargo, el tamaño de su empresa y el valor de su auto o su casa. Nadie debería negar que estos importantes logros sean parte vital de lo que deseamos. Sin embargo, sacrificar totalmente la vida personal por el progreso económico y profesional genera muchas patologías que van desde estrés, problemas coronarios, alcoholismo, divorcios, hijos con trastornos de conducta, y hasta suicidios de ejecutivos que parecían tenerlo todo.

Aunque nos autojustifiquemos diciendo que es solo una etapa, y que más adelante ya gozaremos de sus frutos, la evidencia prueba que ese momento no llega nunca o que, cuando llega, ya es demasiado tarde. Por ello, disfrutar del presente y crecer en todas las demás dimensiones no es suna opción: es una necesidad imprescindible. Tanto o más importante que lo económico es lo familiar, lo emocional, lo espiritual y lo humano. Y todo ello puede esperar hasta mañana. Y lo digo yo, que debería ser el primero en tomar en cuenta estas sabias palabras.

Pero el problema con obsesionarse solo con el éxito económico y profesional no termina allí. Hay un importante ángulo adicional que debemos considerar. Nada es más placentero y dulce que el éxito: genera una serie de agradables reacciones que llenan nuestra sangre de endorfinas. El ejecutivo exitoso sonríe satisfecho, luce más atractivo y su actitud general mejora al ver que se incrementan sus probabilidades de seguir siendo triunfador.

Leer el artículo completo aquí.

Fuente: Aptitus.