El Valor Agregado Económico (EVA) es un indicador fundamental de desempeño que mide el verdadero beneficio económico generado por una empresa o negocio en un periodo determinado de operación; en otras palabras, este indicador cuantifica la creación de valor. Sin embargo, esta no es la única función del EVA, lo que hace necesario revisar la similitud entre este concepto y el Valor Actual Neto Económico (VANE).
Por otro lado, el Valor Agregado Financiero (FVA), mide el valor agregado sobre el valor del patrimonio de las accionistas, considerando los efectos de valor agregado del negocio y los efectos de la deuda. Para este nuevo concepto, es necesario revisar la relación entre el FVA con el Valor Actual Neto Financiero (VANF).
El EVA es un indicador íntimamente relacionado con los conceptos de la evaluación económica, tal es así que se puede asegurar que el VANE representa el valor presente de los EVA de cada período, si se considera que los supuestos del proyecto se cumplirán en el largo plazo. Este aspecto es importante porque a partir de ello se podría uniformizar conceptos y denominaciones en términos de flujos o utilidades netas y costos de oportunidad económica y financiera.
En la teoría de evaluación de inversiones, se define a la evaluación económica de una decisión de inversión considerando la inversión total necesaria para llevar a cabo un proyecto, grupo de proyectos o empresa; independientemente de la estructuración de su financiamiento, otorgando como información el valor agregado económico a generarse por la actividad comercial, sin considerar el efecto de un mayor o menor nivel de endeudamiento o el costo de la fuente de financiamiento. Los indicadores de valor utilizados frecuentemente en una evaluación económica son el Valor Actual Neto Económico (VANE) y la Tasa Interna de Retorno Económica (TIRE).
Por otro lado, se define a la evaluación financiera de una decisión de inversión como la evaluación desde el punto de vista de los accionistas, los cuales han puesto la parte del capital para el financiamiento de la inversión total de un proyecto, grupo de proyectos o empresa; mientras que la otra parte proviene de acreedores mediante deuda. La evaluación financiera nos brinda como información el valor agregado total o financiero que se genera en un proyecto o negocio, tanto por la parte comercial o valor agregado económico, como por el efecto de un menor nivel de costo del endeudamiento o valor agregado de la deuda. Los indicadores de valor más frecuentes utilizados en una evaluación financiera son el Valor Actual Neto Financiero (VANF) y la Tasa Interna de Retorno Financiera (TIRF).
Los conceptos de evaluación económica y financiera se utilizan para evaluar decisiones de inversión de largo plazo, por ejemplo, proyectos; sin embargo, como se han desarrollado en las revistas publicadas por Sergio Bravo Orellana, "El concepto del EVA: si una empresa obtiene una utilidad de US$ 30 millones, ¿realmente está ganando? " y en la revista "EVA: el caso de empresas que cotizan y no cotizan en Bolsa" se puede evaluar el desempeño de la empresa en forma permanente utilizando el concepto del EVA. Por lo anterior, se puede afirmar que el concepto del EVA es similar al del VANE; con la única diferencia que: mientras el primero es una medición de corto plazo, el segundo es de largo plazo. Por tanto, el VANE es igual al valor presente de los Flujos del EVA en el tiempo. Asimismo, el concepto del FVA es similar al del VANF, ya que el VANF es un valor equivalente al valor presente de los Flujos de FVA en el tiempo.
Es decir, EVA y VANE miden el valor agregado comercial o del negocio, independientemente del esquema de financiamiento de la empresa; mientras que el FVA y VANF miden el valor agregado financiero para los accionistas considerando el esquema de financiamiento.
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Fuente: Gestion.pe