Según el Observatorio de Nutrición y Estudio del Sobrepeso y Obesidad, el 53,8 % de los peruanos tienen exceso de grasa corporal. Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura coloca al país en el tercer lugar de América Latina en sobrepeso y obesidad. De allí la importancia de revisar la información nutricional de un producto antes de adquirirlo para saber si es conveniente o no consumirlo. Pero, ¿podemos confiar en estos datos?
Este año, las autoridades en el país aprobaron la implementación de un Semáforo Nutricional. Este sistema consta en colocar una advertencia al exterior de un producto con los colores rojo, amarillo y verde. Esta señalización sirve para diferenciar las categorías alto, medio y bajo, respectivamente, en azúcar, calorías, sal y grasas saturadas. Además, en cada etiqueta o empaquetado se puede observar específicamente la información acerca del valor alimentario de lo que se va adquirir. Por ejemplo, se indica el nivel de proteínas, sodio, grasa total, grasas saturadas, grasas insaturadas, carbohidratos, azúcares, etc.
Más de una persona tiene dudas acerca si es real o no esta información o si responde de verdad a lo que el producto contiene. Es decir, si ha sido aprobada por un análisis de laboratorio oficial y si la empresa tiene la obligación de realizarlo. Para despejar esta duda, se contemplan cuatro parámetros:
1. Una compañía tiene la obligación de colocar en el etiquetado la tabla de información nutricional según la ley. Para ello, se realiza un análisis de laboratorio que muchas organizaciones encargan a empresas especializadas en ello o bien implementan áreas internas para ese requerimiento.
2. Las compañías o áreas que realizan los análisis de laboratorio deben ser debidamente validadas y registradas por el Gobierno del país. Además, deben estar acreditados conforme a la norma ISO 17025.
3. Para beneficio de los consumidores, esta información debe ser clara, precisa y estar presentada bajo dos parámetros. El primero es el de la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). El segundo parámetro se debe basar en el etiquetado según el reglamento de la Unión Europea.
4. Las empresas tienen la obligación de indicar en la etiqueta si el producto posee algún elemento y/o derivado alergénico. La ley actual resalta que los empaques deben incluir información que identifique todas las fuentes de alimentos que contienen proteínas derivadas de alérgenos.
Por ende, la información nutricional está allí. Lo que aún falta en el Perú es el interés de las personas por leerla. La última encuesta al respecto, realizada por Ipsos Perú y por encargo de la Dirección de la Autoridad Nacional de Protección al Consumidor en el 2015, reveló que solo el 28 % de peruanos lee las etiquetas. Es por ello que Indecopi realiza campañas que motivan a la gente a informarse acerca de lo que consumen.
Para un consumidor, es posible confiar en los datos, pero lo más importante es tener la predisposición por leerlos, comprenderlos y así tomar una decisión de compra acertada. Para una empresa, por su parte, es indispensable y obligatorio presentar las tablas de información y todo lo que las normas exigen.
Fuentes:
Perú21. "Perú es el país de América donde la obesidad infantil creció más rápido".
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