Una utilidad neta de $30 millones puede considerarse significativa y más que aceptable para una empresa; sin embargo, se verá que no es suficiente conocer el monto de la utilidad neta para saber si una empresa realmente está obteniendo ganancias o pérdidas en un determinado periodo. Antes es necesario conocer la dimensión de la inversión administrada por la gerencia de la empresa para saber si esa utilidad está generando valor o no. Con esto, partimos de la premisa que «obtener una utilidad positiva no es suficiente».
Se empezará explicando cuánto deberían ganar los accionistas de una empresa. Si los accionistas, antes de invertir en la empresa hubiesen tomado una posición de mínimo riesgo, su decisión hubiese sido ahorrar, invertir en bonos del tesoro o en alguna posición de renta fija que tuviera un mínimo riesgo de pérdida. En general, estas posiciones optimizadas pueden rendir en el largo plazo un promedio de 5 % (por ahora, se asumirá esta tasa como un dato). De esta forma, si los inversionistas hubieran realizado depósitos o inversiones totales por $800 millones, sus intereses ascenderían a $40 millones al finalizar el año (suponiendo que los intereses se cobran al final de cada año en el que se realiza la inversión). Entonces, si los inversionistas prefieren no correr riesgos o tomar riesgos mínimos, pueden recibir en conjunto $40 millones al año.
Se ha considerado la inversión de $800 millones con el propósito de observar lo siguiente: los inversionistas efectuarían una operación con mínimo riesgo (depósitos, bonos de tesoro, entre otros) y obtendrían $40 millones de intereses como utilidad, la misma que obtendrían si invirtieran en una empresa con riesgos operativos (riesgos del negocio) y riesgos financieros (riesgos por deudas) que genera una utilidad neta (ganancia que obtienen los accionistas de una empresa por la inversión realizada) de $30 millones. La lógica -y las finanzas- nos dice que los inversionistas en negocios con riesgos mayores a las posiciones de ahorros -o de renta fija de mínimo riesgo- deben esperar un mayor rendimiento, debido al mayor riesgo asumido.
En la siguiente figura se puede ver el caso de un inversionista en ahorros o Ahorrista que realiza una inversión en el periodo inicial y espera un rendimiento por esa inversión equivalente a la tasa de interés ofrecida (Ki), al final del periodo tendrá el valor de su inversión más los intereses generados. En el caso de un inversionista en acciones o Accionista que realiza una similar inversión en acciones esperará un rendimiento por esa inversión equivalente al costo de capital del accionista (Ke), igualmente al final del periodo espera tener el valor de su inversión más la proporción de las utilidades que le correspondan de lo generado por la empresa. Así el Ahorro rendirá, en el ejemplo, 5 % y se asumirá un costo de capital o rendimiento esperado por los accionistas (Ke) igual al 10 %, que compensa el riesgo adicional asumido por los inversionistas en la empresa.
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Fuente: Gestión