Esta semana, tristemente, hemos sido testigos de un caso más de violencia de género. La magnitud del problema es significativa para el mundo laboral si consideramos que la mitad de la PEA está constituida por mujeres.
En ese sentido, me pregunto: ¿qué puede hacerse desde el enfoque de responsabiliadad social empresarial contra esta ola de violencia cada vez mayor? Si bien se trata de un problema complejo y, además son múltiples los actores que intervienen, considero dos temas iniciales por donde se puede abordar este tema e ir contribuyendo a la solución.
Por un lado, las estrategias de marketing y publicitarias deberían estar acordes al rol que tiene la mujer en el mundo actual y ayudar a derribar estereotipos que han llevado, en el peor de los casos, incluso a cosificar a la mujer como un objeto de exhibición.
La publicidad, como un importante medio de comunicación, puede ayudar a reforzar la imagen de una mujer más empoderada, valiosa para la sociedad por sus aportes profesionales, técnicos o universitarios, como madre, esposa, o hija. Pero si se siguen utilizando imágenes que refuercen el enfoque de una sociedad todavía machista, creo que no se contribuye a la lucha de violencia contra la mujer.
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Fuente: Día1, El Comercio