José Antonio Iyo se ha movido en diferentes frentes de Atento: empezó como jefe de Recursos Humanos (2000) y un año después se convirtió en el gerente de esa área (2001-2004). Sin embargo, su proyección profesional se perfilaba para abordar mayores responsabilidades en la organización, como director de Recursos Humanos e Investigación de Mercados (2005-2007), director de Negocios (2007-2010) y country manager desde el 2010 hasta la actualidad. Probablemente, gracias a ese recorrido que pocos CEO experimentan, Iyo comprendió que el capital humano era clave para los objetivos estratégicos de la empresa.
"Comprender a plenitud cómo funciona el negocio es esencial para una gerencia de Recursos Humanos. Eso le puede permitir establecer una conexión directa con la gente que se dedica a dicha labor. Y, a partir de ahí, las decisiones tendrán mayor respaldo", explica Iyo, consciente de que esa mirada fue determinante en los ascensos que ha tenido. Gracias a su visión, los valores corporativos representan la clave del buen clima laboral, difícil de encontrar en una empresa de este sector.
Y es que el buen trato es esencial si se pretende que el personal trabaje con responsabilidad y compromiso. En ese sentido, Iyo es enfático: "Hay que tratar bien a la gente desde que llega, porque esas personas te están ayudando a lograr tus objetivos. Y los espacios son importantes también para ese fin. Que sepan que disponen de áreas verdes, cafeterías amplias y una cancha para hacer deporte. Eso es fundamental". Sin embargo, Iyo ha sido muy consciente de que no ha sido fácil lograr estos buenos resultados.
Hay que tratar bien a la gente desde que llega, porque esas personas te están ayudando a lograr tus objetivos. Y los espacios son importantes también para ese fin. Que sepan que disponen de áreas verdes, cafeterías amplias y una cancha para hacer deporte. Eso es fundamental.
La mala fama que existe de los empleadores de este rubro representa para él un desafío permanente: "Esta industria en todos los países, y en particular en el Perú, tenía un mal posicionamiento, porque la idea que existía era que se pagaba poco, se explotaba a la gente y botaban personal cuando querían. Pero nosotros, cuando llegamos, fuimos sinceros. Les dijimos a nuestros colaboradores que es un trabajo duro, porque lo es. Pero también les ofrecimos capacitaciones que les permitieran ganar competencias para su futuro laboral. Les dimos respaldo para que hicieran su trabajo y una proyección profesional si se comprometían. Esa es nuestra visión".
¿Cuál es su perspectiva sobre transitar de un área de recursos humanos a una dedicada a la dirección del negocio?
Cuando uno se encuentra en un área de soporte como es Recursos Humanos, usualmente tiene dos grandes roles: un rol es de controlador o policía, por decirlo de alguna manera. Y tienes otro rol, que es el de consultor u asesor. En el peso específico de ambos papeles el más importante claramente es el de consultor y asesor, es decir, el rol que ayuda a que se tomen buenas decisiones para los negocios.
¿Pero cómo se viabiliza esa dinámica en términos concretos?
El hombre de negocios tiene una perspectiva en ese ámbito. Pero es clave antes de tomar una decisión tener una óptica más multidisciplinaria, y el área de Recursos Humanos -como funciona la nuestra- debe ayudar a tomar esas decisiones de negocios. Entonces, si se desea tener un rol de consultor o de asesor de las áreas de negocios desde Recursos Humanos, se tiene que conocer bien el modelo de negocio tanto como el experto en negocios. Ese es el principio fundamental.
Fuente: Aptitus, El Comercio.
Hay que tratar bien a la gente desde que llega, porque esas personas te están ayudando a lograr tus objetivos. Y los espacios son importantes también para ese fin. Que sepan que disponen de áreas verdes, cafeterías amplias y una cancha para hacer deporte. Eso es fundamental.