Debido a la libre disponibilidad de los fondos de la compensación por tiempo de servicios (CTS) hasta el 31 de diciembre del 2023, autorizado por el Congreso de la República, este producto ha dejado de ser el más promovido por las entidades financieras porque mes a mes las personas vienen realizando retiros de sus cuentas.

Ante el menor atractivo por las cuentas CTS, las diversas entidades del sistema financiero comenzaron a apostar por su producto de los depósitos a plazo, el cual ha comenzado a ganar terreno en el mercado, impulsado por la mayor rentabilidad de este producto. De acuerdo a la SBS, las cuentas de los depósitos a plazo de personas naturales y jurídicas en todo el sistema financiero, para el cierre del 2022, tuvieron un crecimiento del 23,7% respecto al 2021.

Para Arturo García, profesor de Finanzas de ESAN Graduate School of Business, explica que esta mayor preferencia por los depósitos a plazo se debe precisamente a las tasas de interés más atractivas que ofrecen las entidades del sistema financiero, las cuales pueden superar el 9% anual en algunas microfinancieras. “La banca promovió sus depósitos a plazo para que los que retiren su CTS migren a depósitos a plazos y también es para atraer más depósitos”, apunta.

Asimismo, las tasas de los depósitos a plazo se mantienen en niveles altos, los cuales, de acuerdo con Arturo García, suelen incrementarse cuando se está cerca del depósito de gratificación. Además, un posible retiro de AFP impulsaría a que las tasas suban aún más.

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