Compliance: una ventaja competitiva silenciosa

Compliance: una ventaja competitiva silenciosa

Enrique Louffat, profesor de los Programas en Administración de ESAN, destacó en Gestión el compliance como una herramienta para garantizar el cumplimento de normas con el fin de mitigar riesgos; llegando a entenderse como un compromiso moral y ético de las organizaciones con la sociedad.

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El compliance es un elemento clave en la gestión empresarial moderna. Se define como el conjunto de políticas, instrumentos y procedimientos establecidos por la empresa para garantizar el cumplimiento de leyes, regulaciones, normas y estándares éticos. Su objetivo es prevenir, mitigar o eliminar riesgos legales, financieros y reputacionales que, de no gestionarse adecuadamente, podrían afectar la sostenibilidad y viabilidad de la organización a corto, mediano y largo plazo.

Este cumplimiento responsable, clave para mantener una imagen reputacional sólida, debe abarcar todo el ecosistema organizacional, incluyendo a sus diversos stakeholders: accionistas, trabajadores, clientes, proveedores, competidores, la comunidad, organismos del Estado, entre otros.

Contar con un compliance efectivo brinda importantes ventajas a la empresa, como el fortalecimiento de su credibilidad y reputación, el aumento de su ventaja competitiva y propuesta de valor, la mejora en productividad y rentabilidad, así como la promoción de la transparencia y la integridad, fundamentadas en una cultura organizacional basada en valores.

Las acciones centrales que deben producirse a nivel estratégico, táctico y operacional del compliance son:

  • Prevención: Consiste en adoptar medidas proactivas antes de que ocurran irregularidades. Esto implica establecer normas y códigos de conducta ética claros y directos, brindar capacitación interna a los trabajadores y fomentar la sensibilización basada en la cultura organizacional.
  • Detección y reporte: Se refiere a la capacidad de identificar y comunicar con prontitud cualquier acción dolosa o corrupta mediante sistemas de control integrados y transparentes. Esto incluye el uso de auditorías constantes, sistemas de monitoreo y la implementación de canales de denuncia confidenciales, asegurando que la información llegue al Consejo Directivo y a las autoridades competentes.
  • Resolución: Implica actuar con firmeza, responsabilidad y rapidez una vez detectadas irregularidades, con el objetivo de maximizar soluciones y minimizar daños directos o colaterales. Para ello, es fundamental realizar una evaluación detallada de los incidentes, tomar decisiones concretas y gestionar eficientemente la crisis.

Los principales tipos y ámbitos del compliance incluyen:

  • Compliance penal: Se aplica cuando se comete un ilícito tipificado en leyes y códigos penales.
  • Compliance en gobernanza: Relacionado con la transparencia y la administración eficiente y ética dentro de la organización.
  • Compliance medioambiental: Se enfoca en la protección del medio ambiente y la prevención de daños a la naturaleza y la vida.
  • Compliance en prevención de riesgos laborales: Busca garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores.
  • Compliance anticorrupción: Orienta a la empresa en la prevención de fraudes, robos y otros delitos que afecten su integridad.
  • Compliance en salud pública: Se refiere a las regulaciones que protegen el bienestar y la vida humana.
  • Compliance fiscal y tributario: Asegura el cumplimiento de las obligaciones fiscales y la correcta declaración y pago de impuestos.
  • Compliance tecnológico: Protege la innovación, las patentes y el uso adecuado de herramientas tecnológicas.
  • Compliance en protección de datos y ciberseguridad: Resguarda la privacidad, confidencialidad e integridad de la información personal y empresarial.
  • Compliance en delitos financieros y de capitales: Se enfoca en la prevención de fraudes, lavado de activos y robos relacionados con el manejo del dinero.

El compliance es un tema de gran relevancia a nivel global, tanto en el sector público como en el privado. Por ello, se han desarrollado normas internacionales que establecen estándares para su correcta aplicación. Algunas de ellas incluyen:

  • ISO 37001:2016 – Sistema de Gestión Antisoborno.
  • ISO 37301:2021 – Sistema de Gestión de Compliance.
  • ISO 37002 – Sistema de Gestión de Denuncias Internas.

Normativa en el Perú

En el contexto peruano, también se han emitido regulaciones clave relacionadas con el compliance, entre las que destacan (Fuente: SBS):

  • Sistema de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (LA/FT) – SPLAFT
  • Base legal: Ley N° 27693 (Ley que crea la Unidad de Inteligencia Financiera – UIF) y su Reglamento (Decreto Supremo N° 020-2017-JUS), junto con diversas normas sectoriales emitidas por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).
  • Modelo de Prevención de LA/FT y delitos de corrupción
  • Base legal: Ley N° 30424 (Ley que regula la responsabilidad administrativa de las personas jurídicas) y su Reglamento (Decreto Supremo N° 002-2019-JUS).
  • Incluye la prevención de cinco delitos de corrupción: cohecho activo transnacional, cohecho activo, cohecho activo específico, tráfico de influencias y colusión.

El compliance, más que una obligación legal, debe entenderse como un compromiso moral y ético de las organizaciones con la sociedad. Las empresas e instituciones públicas no solo deben enfocarse en la rentabilidad financiera y la calidad de sus productos o servicios, sino también en generar un impacto positivo en su entorno.

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