El desarrollo de la tecnología está acelerando la generación y difusión del conocimiento, lo que provoca contextos sumamente cambiantes. Por ejemplo, en la actualidad hay una demanda creciente e interesante por los automóviles, pero a la vuelta de la esquina tenemos unidades que funcionan con energía. Y en corto tiempo, tal vez se presente la demanda por drones que transporten personas. En este contexto de cambios acelerados ¿cómo hacer los pronósticos de ventas?, ¿cómo gerenciar la ambigüedad?, ¿cómo gerenciar el talento digital?, ¿cómo gerenciar a los ermitaños digitales? Estas son algunas preguntas que hoy en día se hacen los ejecutivos del mundo en general. En medio de esta vorágine de avances y cambios, la educación o formación continua termina siendo una herramienta flexible, adaptativa, que permite a los ejecutivos conocer acerca de determinados temas de forma rápida y eficiente. La educación continua se va haciendo cada vez más necesaria.
Un elemento muy alentador es la mayor presencia de la mujer en la formación ejecutiva, sobre todo en aquellas materias más bien vinculadas a los caballeros. Las mujeres están teniendo fuerte presencia en la gerencia de proyectos, la gestión de almacenes, las operaciones, entre otros. Claramente continúan con una fuerte presencia en la gestión de los recursos humanos, el manejo del talento, las habilidades directivas, entre otros. Respecto a los programas in house, se observa que las empresas han puesto especial interés a la formación de su personal para desarrollar y fortalecer las habilidades denominadas blandas, la comunicación no verbal, el clima laboral, el manejo del estrés, y en cómo mitigar la resistencia al cambio y potenciar equipos de alto rendimiento, entre otros tópicos. Finalmente, podemos ver que los avances de la tecnología y las nuevas tendencias en formación también ponen retos a la academia, que debe ir más rápido que los requerimientos de las organizaciones, y su evolución constante irrenunciable, si quiere realmente trascender.
En los últimos años, se ha observado que son los jóvenes los que prontamente asumen la responsabilidad de sus estudios, y dependen cada vez menos de sus padres. Los jóvenes funcionarios seleccionan aquellos temas en los cuales quieren formarse con mucha libertad y facilidad. Por lo general, los programas ejecutivos son más cortos y están más enfocados en la práctica.
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Fuente: Mundo Empresarial.