Marco Vinelli, director de la Maestría en Administración de Agronegocios de ESAN, analizó en la Revista Stakeholders la actualidad de la agroindustria en el país y las verdaderas reformas que se necesitan en el sector.
En un primer acto, el presidente Castillo anunció la segunda reforma agraria como la solución a los problemas que enfrentan miles de agricultores pequeños cada día. En un segundo acto, el ministro de Agricultura emitió una resolución ministerial para crear el Grupo de Trabajo Sectorial para el Desarrollo del Sector Agrario y de Riego en el marco de la II Reforma Agraria, con el fin de generar un espacio participativo para diseñar políticas sectoriales. Sin embargo, los grandes ausentes son el sector privado, los representantes de los trabajadores y la academia.
Como tercer acto, el Gobierno presentó la segunda reforma agraria en Cusco, en una ceremonia fastuosa, televisada por señal abierta y donde invita a todos. Sin embargo, no presentan ningún documento ni medidas que ayuden, de manera definitiva, al pequeño agricultor en el país. ¿Cómo se llama esta obra?
Todos estamos de acuerdo en que es necesario brindar mayor asistencia técnica al campo, llevar más agua a los pequeños agricultores, facilitar su acceso a la tecnología y al crédito, generar más caminos y carreteras de acceso, colocar agua y energía eléctrica en el sector rural, y apoyar de manera decidida a la agricultura familiar. No obstante, si solo nos quedamos en los anuncios y no involucramos a toda la cadena nacional del sector agroalimentario, esta propuesta tendrá igual o peor resultado que la nefasta primera reforma agraria en el Perú.
A continuación, mencionaremos algunas brechas en el sector que son urgentes de atender para darle contenido al emprendimiento del nuevo Gobierno:
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Fuente: Revista Stakeholders