Procompite es una estrategia que permite a los Gobiernos regionales (GORE) y locales (GOLO) financiar planes de negocios de diversas organizaciones, denominadas agentes económicos organizados (AEO), a través de un concurso. Estas organizaciones pueden pertenecer a distintos sectores económicos y las cadenas de valor que se financian se determinan a partir de un informe de priorización emitido por cada GORE o GOLO, el cual se publica en las bases del concurso. 

Fuentes de financiamiento 

Cada GORE o GOLO implementa sus propios concursos mediante un proceso de implementación que se inicia con una decisión política. En la actualidad, se puede disponer de hasta 10 % del presupuesto destinado para proyectos de inversión para implementar concursos y destinar fondos no reembolsables a favor de los AEO que postulan, mediante la presentación de un plan de negocios. 

Los fondos disponibles para financiar estos concursos provienen de tres fuentes principales: recursos ordinarios (RO), recursos directamente recaudados (RDR) y recursos determinados (RD). Los RO corresponden a los fondos que los Gobiernos regionales o locales reciben del presupuesto nacional cada año, mientras que los RDR son generados por los propios GORE o GOLO mediante impuestos, tasas o contribuciones locales. Los RD incluyen fondos adicionales destinados a fines específicos, como la ejecución de proyectos prioritarios. 

Presupuesto potencial de los GORE

La información que se presenta a continuación se calculó al 11 de noviembre del 2024, utilizando los datos publicados por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a través de la consulta amigable.

Tabla 1: Fuentes de financiamiento

Para calcular el presupuesto potencial que podría haberse destinado al financiamiento de planes de negocios en diversos departamentos y cadenas de valor, se consideró el presupuesto modificado de tres fuentes de financiamiento: RO, RDR y RD, a nivel de los GORE. Este análisis no incluye los presupuestos de las municipalidades provinciales ni distritales. Con base en ese total, se realizó un cálculo preliminar, con la consideración de que el reglamento para la modificación de la Ley 29337 aún no ha sido publicado, y que la implementación de Procompite sigue siendo facultativa. El presupuesto potencial estimado asciende a S/1523 millones.

Oportunidades desperdiciadas

Respecto al presupuesto potencial, incluso sin publicarse el reglamento, los GORE pudieron invertir en mejorar la competitividad de los AEO debidamente formalizados y pertenecientes a distintos sectores económicos, como el agrario, agroindustrial, pesca, turismo, entre otros que cada región pueda priorizar. 

En el 2024, el presupuesto destinado al financiamiento de planes de negocios, solo a nivel de los GORE, ascendió a S/386 220 815.65. En otras palabras, solo se implementó el 25 % del presupuesto potencial disponible para cada GORE, y dejaron de realizar inversiones destinadas a mejorar las condiciones de producción de diversas organizaciones regionales. Ello representó un monto no ejecutado de S/1137 millones, el cual es muy probable que no haya sido devuelto al cierre de 2024.

Si el reglamento se hubiera publicado de manera oportuna, y se hubiese establecido la implementación obligatoria de, al menos, el 5 % del presupuesto potencial, los S/386 millones ejecutados en el 2024 habrían aumentado a S/759 893 766.10. En ambos casos, se tendrían mayores oportunidades para AEO, cuyas brechas de adopción de tecnología, asistencia técnica o innovación, se cierran mediante el acceso al financiamiento formal.

Situación de los GOLO

Se realizó un análisis similar para el caso de los GOLO. Solo se tomaron en cuenta las municipalidades provinciales, que también disponen de tres fuentes de financiamiento (RO, RDR y RD) para implementar procesos concursables a favor de los AEO. El presupuesto institucional modificado (PIM) de estas municipalidades en los 24 departamentos ascendió a S/24 644 288 285. Esta cifra implicó un potencial para Procompite si consideramos que el 10 % de dicho presupuesto, equivalente a S/2400 millones, pudieron haberse destinado a financiar iniciativas orientadas a mejorar la competitividad de los AEO.

En el 2024, la implementación alcanzó los S/48 815 038, equivalentes al 2 % del presupuesto disponible. Este monto pudo haber aumentado a S/123 millones si el reglamento se hubiera publicado de forma oportuna. El siguiente gráfico resume el potencial de los GORE y las municipalidades provinciales versus la implementación realizada en el 2024. Se visualizan las oportunidades perdidas, las oportunidades de contribuir al desarrollo de AEO y, a través de ellos, al desarrollo de los departamentos.

Gráfico 1: Presupuesto potencial e implementado del 2024

Politización y asignación de recursos

Una de las primeras reflexiones sobre la estrategia prevista para los GORE y GOLO es que Procompite, como herramienta política, no debe politizar aspectos técnicos relacionados con la implementación de planes de negocios. El hecho de que sea una herramienta con potenciales réditos políticos no es negativo en sí mismo. Se vuelve perjudicial cuando se pierde de vista su objetivo principal: contribuir a mejorar la calidad de vida de los AEO mediante el fortalecimiento de su competitividad.

La publicación del reglamento que modifica la Ley 29337 e incorpora la obligatoriedad de destinar un mínimo del 5 % del presupuesto potencial a la implementación de fondos no reembolsables a través de la estrategia Procompite representa un avance positivo, pero insuficiente. Aunque esta medida promueve un mayor presupuesto destinado a los AEO, cuyas principales limitaciones están relacionadas con la falta de acceso al financiamiento formal, no aborda un aspecto crucial: la calidad del gasto.

La obligatoriedad de asignar recursos debe ir acompañada de un enfoque integral que garantice la efectividad de su implementación. Se requiere la inclusión de un proceso de asistencia técnica activa a los GORE y GOLO, desde las entidades rectoras. Estas deben desempeñar un rol más amplio que el actual, limitado sobre todo al acompañamiento administrativo. Es necesario que asuman una función estratégica y proporcionen orientación técnica y monitoreo continuo durante todas las etapas del proceso, desde la formulación y selección de los planes de negocios hasta su ejecución y evaluación de impacto.

Asignación de recursos y normativa

La calidad del gasto implica asegurar que los recursos asignados respondan a las necesidades reales de los AEO y estén alineados con objetivos de desarrollo sostenible y competitividad territorial. Este proceso también demanda una mejora en la articulación interinstitucional, la capacitación de los equipos técnicos locales y la adopción de criterios claros y objetivos para priorizar las inversiones.

La modificación de la Ley 29337 introduce la posibilidad de ejecutar las inversiones aprobadas en cada plan de negocios a través de núcleos ejecutores. Esta medida ha demostrado ser efectiva en otros contextos y representa una alternativa para mejorar los tiempos de implementación de las inversiones. Sin embargo, aún no ha sido aplicada debido a la ausencia del reglamento correspondiente, lo que limita su potencial como herramienta para acelerar el impacto de la estrategia Procompite.

Responsabilidades y retos para el 2025

Es importante señalar que el bajo nivel de ejecución de la estrategia Procompite no puede ser atribuido a un solo factor. Existen responsabilidades compartidas entre diversos actores, que incluyen los GORE y GOLO, que enfrentan desafíos técnicos y administrativos; las entidades rectoras, que han ofrecido un acompañamiento limitado, y la ausencia de un marco normativo claro y oportuno, que ha generado incertidumbre y retrasos en la implementación.

A pesar de estas limitaciones, el objetivo de este análisis no es centrarse en las responsabilidades, sino en las grandes oportunidades que se están perdiendo en los departamentos. Procompite tiene un enorme potencial como estrategia para transformar la realidad de los productores asociados a diversas cadenas de valor en sectores como agrario, agroindustrial, pesquero y turístico, entre otros. Si se utiliza de forma adecuada, puede convertirse en una herramienta clave para cerrar brechas de competitividad, impulsar la formalización y mejorar la calidad de vida de los pequeños productores y sus comunidades.

De cara al 2025, no hay espacio para considerarlo como un año de aprendizaje. Es imperativo que se publiquen los reglamentos pendientes, se fortalezcan los equipos técnicos de los GORE y GOLO, y se implementen mecanismos efectivos de monitoreo y evaluación que garanticen la calidad del gasto y el cumplimiento de los objetivos estratégicos de Procompite. Solo con una acción coordinada y decidida, se podrá desbloquear el verdadero potencial de esta estrategia y generar impactos reales y sostenibles en los departamentos. ¿Qué otras acciones consideras necesarias? Déjanos tu opinión.

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